jueves, 28 de mayo de 2009
Tu eres mi secreto
En un momento de inspiracion TOTAL, me detengo a pensar nuevamente... Empiezo a meditar sobre mi ultimo tiempo vivido, y siento que desde que apareciste, cambió mi vida, dio un giro de 360 grados, podria decirse, yo creia que nunca mas o al menos por el momento, iba a sentir, esto que le dicen "AMOR", pero me di cuenta que me equivoque, y gracias a tu existencia y aparicion, estas haciendo que elimine de mi vida todo el resentimiento, odio y rencor hacia el "AMOR ".
Es todo muy raro lo que pasa, por parte me gusta, pero por parte no. Mi corazon esta lastimado y el tuyo tambien, por eso tengo miedo, de que volvamos a caer...
Me he arriesgado muchas veces, y en todas fracasé, perdoname por ser tan cobarde, es que a veces prefiero que las cosas pasen, que se den, que fluyan, me gustaria dejar de pensar, pero no puedo...
Me molesta no hacerte feliz, no hacerte saber que sos importante para mi, como vos lo haces conmigo cada dia, lo mas grave es que no tengo un motivo exacto, una justificacion, para decirte el por que de todo esto, pero bueno no se, sera que mi corazon esta cerrado, esta congelado, intento abrirlo, descongelarlo, pero es complicado, no quiere salir, por temor, desconfianza, perdoname nuevamente, ya no se que mas hacer, mi cabeza piensa de una forma, pero mi corazon de otra, lo que estoy segura, es que te quiero, y desde que apareciste, le pusiste color a mis dias grises, justo cuando yo no creia en nada ni en nadie, solo quiero decirte GRACIAS!
martes, 26 de mayo de 2009
renuncio a salir SIEMPRE lastimada :)
mi amor, mi vida, lo se lo se, no estas preparado para ver esto, es que vos pensaste que nunca iba a poder llegar este dia, creiste que siempre iba a estar sola llorando por vos, creiste que eras el dueño de mi felicidad, de mis pensamientos, de mis llantos, pero sabes que no? sabes que mas alla de todo lo que haya pasado, o de lo que podria llegar a pasar que obviamente no va a pasar nada mas con vos, sabelo que ya fuiste, te pediria un favor, dejame ser feliz que yo tengo con quien, no como vos que cambias de "novia" si se le puede llamar novia ajja cada semana por asi decirlo, y de todas supuestamente te enamoras, todas son amores de tu puta vida, si tu puta vida de mierda, que siempre estas mal, siempre estas triste, nunca te vi feliz, solo cuando fingias estarlo claro, pero eso no cuenta, hace tu vida, segui tu camino, trata de enderezarlo porque la verdad que esta muy torcido pero bueno, yo no soy quien para opinar, no soy la indicada, pero intente ayudarte y no quisiste, y bueno, como dice el dicho, el tren pasa una sola vez, de vos depende si lo queres tomar o no, vos lo dejaste, me dejaste pasar, y bue es problema tuyo no mio, segui tu camino, yo sigo el mio, cada uno por su lado, que te sea leve...
lunes, 25 de mayo de 2009
olvidaste lo que era querer
No quiero tu falsedad, que planifiques mi vida, obedecer tus órdenes, complacerte, tus bromas pesadas, tus amargos mensajes que me hacían sentir mal, ser la mala de la historia, que tomes lo mío como tuyo y lo destroces, que no me valores, los silencios desesperanzados, que me quieras cambiar, no tener ya nada que decirnos, que me malinterpretes, que te tomes a mal una invitación, que desconfíes de mí, tu desgana, la eterna monotonía, la soledad, tus celos estúpidos, tu egoísmo, volver a tener una pelea absurda, hacer las paces sin sentirlo, tus reproches, decirte que no pasa nada, pensar que no valgo una mierda, que me digas loca por no darte la razón, que alguna vez me la dieras y que ante los demás me dejaras con el culo al aire, que me ridiculices, sentirme afortunada por gozar de tu tiempo, encontrarte algún día, una exageración más, creerte, pensar que me estoy equivocando, tu puta vanidad, los desprecios continuos, tus - lo siento, pero ... - , que me cuelgues el teléfono, escucharte gritar, que me controles, tu actitud arisca, que me desprecies si salgo con alguien, saber de ti, tener miedo, volver a derramar una lágrima, pensar que no soy nadie, tus putos reproches, ni mucho menos quiero agradecerte mis cualidades.
domingo, 24 de mayo de 2009
me arrepiento. alex ubago
Ya no me llamas por telefono, es la señal que todo acabo,
antes lo hacias, y siempre era yo quien te pedia que no.
desde ese dia en que te abandone juraste volverias por mi
yo no queria y no volviste mas, y hoy te vengo a decir...
si estas contestame, vamos atiendeme
yo se que e sido un tonto y que, de ti me enamore...
y no lo supe ver...
vuelve que el tiempo pasa y yo te hecho de menos
y en este punto te sere sinsero..
y dejare que hable mi corazon...
que esta latiendo, desesperado por ir a buscarte
pero es inutil porque se ha hecho tarde, y me arrepiento de lo que paso...
cuando empezamos eras para mi, tan solo un pasatiempo nomas
asi que nunca te considere, y te pase a dejar.
y ahora todo cambio quien te llama soy yo
es que mi calculo fallo inversamenteno no, no te olvide hasta hoy...
vuelve que el tiempo pasa y yo te hecho de menos
y en este punto te sere sinsero..
y dejare que hable mi corazón...
que esta latiendo, desesperado por ir a buscarte
pero es inutil porque se ha hecho tarde, y me arrepiento de lo que paso...
vuelve que el tiempo pasa y yo te hecho de menos
y en este punto te sere sinsero..
y dejare que hable mi corazon...
que esta latiendo, desesperado por ir a buscarte
pero es inutil porque se ha hecho tarde, y me arrepiento de lo que paso...
domingo, 17 de mayo de 2009
No quiero olvidar, pero sí dejar atrás mi pasado y mirar al futuro cara a cara, ser capaz de dejar atrás lo que me tortura y buscar un hoy capaz de satisfacerme y borrar los delirios del ayer para poder enfrentarme al mañana. Cuan difícil es cerrar la puerta del pasado y abrir una nueva puerta al futuro. El pasado por duro que haya sido lo conoces, duele, pero ha enriquecido de alguna manera. En cambio, la puerta del futuro, no sé qué me depara. Tengo miedo a cometer los mismos errores del pasado por haberlos dejado atrás.
Quiero que sepas que me alejé de muchas cosas, que tengo muchos problemas no resueltos, que no quise lastimarte con la frialdad que te traté, que por las noches casi nunca puedo dormir cuando estoy triste, que me gusta reír mucho, que me encanta hablar con vos, que hay días que soy muy felíz, que siempre exagero mis ilusiones, pero que cuando no lo son lo doy todo. Que tengo ganas de abrazarte, que me arrepiento de no haberme despedido de vos la ultima oportunidad que tuve para verte, que es verdad que me gustaron algunos chicos, que es verdad que salí con algunos de ellos, que aunque escribía cosas de amor, era el amor que me faltaba no el que tenía, que definitivamente entre vos y hoy me equivoqué en muchas cosas, que traicioné mis sentimientos, que traicioné mis palabras. Que no creo que me creas pero me gustaría que lo hagas. Que me confundo y me equivoco. Que quiero que seas felíz, que no quiero que esto cambie nada. Que lo hago porque siempre hago lo que siento, porque vos tan estructurado y yo tan impulsiva. Porque siempre pensás las cosas mejor que yo. Que es un sentimiento que resurge, que está bien si no te importa, que está bien si no querés nada. Que vas a pensar que es momentáneo, que vas a esperar que se me pase, que tal vez se me pase si no te tengo. Que esta es mi forma de decirte que lo siento, que no tengo nada que esconder. Que no vas a entender nada y yo tampoco entiendo. Que son las vueltas de la vida. Que aunque haya pasado tanto tiempo quiero estar. Y si quiero estar es porque te quiero.
sábado, 16 de mayo de 2009
Me cansé, quiero volver a nacer. Quiero salir, quiero vivir, olvidarme de todo y pensar en mí. Quiero mirar una peli repetida, fumar a escondidas. Soñar despierta con tu voz, quedarme ciega de tanto mirar el sol. Quiero cansarme de escuchar la misma canción, dormirme mirando televisión, llamarte sólo para escuchar tu voz. Jugar al poliladron con vos, saltar la soga, inventar una poesía que no rime ni se trate de amor. Quiero cazar bichitos de luz, comerme un bubaloo, sentir que todo lo puedo, sentir que todo es juego. Quiero volver a nacer, vivir todo otra vez. Sin penas ni orgullos, sin llantos ni disgustos. Sólo quiero volver, pero conociéndote otra vez.
Me siento mejor si sé que estás feliz, y en cuanto me dices lo mucho que me extrañas, que no puedes olvidarme, desmorono por fuera, y por dentro, por dentro siento la seguridad de saber que he hecho las cosas bien, pues dejé una marca mía en tu piel. A eso apunto siempre que caigo en esta puta trampa, de ver quién abandona primero. Yo, por mi parte, siempre salgo perdiendo. Y recibo algún mensaje furtivo de no haberme salido de ti, entonces te digo que me debes olvidar, y cuando escucho tu susurro decir que no puedes. Lloro por fuera, trato de mostrarte lo mala que soy, pero por dentro sé que más te gusta, que eso te enamoró, que mi estúpida necesidad te conquistó. Y lo único que consigo es que me quieras más, más, siempre que me veas, un poco más. Y pone mal, me bardea no sentirme pésima por haberte hecho cagar, por escapar de mis tesoros más rápido de lo que los encuentro. Me saca no ser constante, y querer escapar cada vez que pronuncian la palabra compromiso. Me pone mal, saber que sólo con él quiero una relación, sólo con él quiero formalidades, quiero paseos de la mano, sólo con él mañanas y noches, sólo con él esa palabra me hace sentir bien. Me desequilibra que no pueda ser con vos, porque siempre termino entendiendo lo mucho que me querías.
No, no puedo evitar recordar. Si tan sólo pudiera olvidar. Si tan sólo pudiera. Y Nostalgia lo sabe. Sabe que no he podido olvidar. Sabe que pienso en aquello que no fue. Sabe que de tanto en tanto no soy tan fuerte y que siento mis manos vacías. Sabe que de tanto en tanto quisiera la ternura que no me atrevo a admitir. Sabe de aquellas noches insomnes en las que agobiada por todos aquellos recuerdos no puedo dormir. Lo sabe y con la batalla ya ganada sólo espera. Mientras tanto yo miro por la ventana e intento ignorarla. Intento mantenerme a flote. Intento sobrevivir de a un solo día cada vez. Aunque sepa que tarde o temprano mis ojos vacilarán, mis manos se sentirán vacías y sentiré una profunda Nostalgia apoderándose de mi alma. Porque ella llegó de visita, y no se irá tan fácilmente. No, no se irá.
Debo dibujar una gran y falsa sonrisa en mi rostro frente a los demás, y guardarme las lágrimas para mi, sólo para mi. ¿Por qué tengo que aparentar que todo esta bien cuando no es así? Cuando realmente solo tengo ganas de llorar y llorar por ese gran dolor que todos a mi alrededor producen. Debo guardar todas las lágrimas y esperar que llegue la noche para poder soltarlas y mojar la almohada, no teniendo a nadie ni a nada que me sirva de consuelo, ni que me pueda explicar porqué ocurren estas cosas, ni que pueda responder a mis preguntas y ni siquiera a nadie que tan sólo seque las lágrimas de mi cara. Pero al rato todo queda olvidado y el sueño se apodera de mí, al otro día hay que volver a dibujar esa gran sonrisa en la cara y dejar las lágrimas en la almohada.
Te dejé mis preocupaciones, mis manos traspiradas, mis risas y mis anhelos; te dejé mis caprichos, mis influencias, mi música, mis pasatiempos; te dejé un par de llantos y juegos de mesas, algunas caricias y todas mis dudas. Y de verdad no me acuerdo como sigue esto, pero ... Sí, es verdad. Hoy vuelvo a hablar de vos. Hoy de nuevo pienso en vos. Te juro que no quiero que sea así, que hago todo lo posible para olvidarte, para sacarte de mis pensamientos. Me prometí nunca decirte cuánto te necesitaba, cuánto quería que te quedaras conmigo para aliviar esa despedida, para hacer las cosas más fáciles. Me prometí no caer otra vez en lo mismo. No llorar, no regalar mis lágrimas por los rincones. No puedo hacerlo. Fracasé en todo lo que prometí no volver a hacer. De verdad no puedo hacerlo, y me decepciona tanto querer no pensar tanto en vos, y sin embargo sos lo único que realmente necesito ahora. Todo el día pensé que ibas a llamar, en todo el día no me despegué siquiera un segundo de acá, y sin embargo es tan temprano. Y todavía te extraño. Creo que de alguna forma el tiempo va a decidir que hacer conmigo. Todo era tan perfecto. Te juro que no me arrepiento de nada y no imagino que hubiera pasado si de verdad siguieras acá, si hubiera pasado más tiempo entre nosotros.
Ensayo caras para el día que te vuelva a ver, pienso ignorarte, rechazarte, que te des cuenta de lo que perdiste, de lo equivocado que estás. Por otro lado no logro entender por qué sigo tan pendiente de vos, por qué estoy tan asustada. Antes pensaba en vos todo el tiempo, ahora escucho alguna canción de amor y evito pensarte. A lo mejor es solamente costumbre y no un sentimiento reprimido. Cuando pienso en volver a verte me imagino fabricando caretas, en defensa constantemente. Y sinceramente no me siento preparada para hablarte, no quiero hacerlo y tampoco creo que sea necesario. Quiero olvidarme de todo. La última vez que nos vimos te pusiste nervioso y eso me hizo sentir segura, por eso me viste tan tranquila, pero no sé que hubiera pasado si me mirabas a los ojos. Tampoco sé que sentiría. Algún día lejano nos vamos a cruzar y no tengo idea de lo que va a pasar, el tiempo tiene todas las respuestas y seguramente vamos a estar preparados, con las cosas en claro y vamos a volver a ser dos desconocidos. Solo sé que tengo ganas de seguir con mi vida, conocer un verdadero amor y que el miedo no me hunda en un pozo de soledad. Por tu lado espero que te des cuenta de las cosas, de eso que no tenés presente: El amor. Algún día te vas a entregar a alguien y espero que no te haga lo que vos hacés. Quizás me tengas en cuenta el día que madures pero supongo que voy a estar muy lejos tuyo en ese momento. No sé que sentís, pero me convencí que lo mejor va a ser olvidarme de vos. Y no te odio, solo quiero olvidarte. Ojalá cambies porque los años pasan, uno va necesitando lo sólido, lo concreto. Ya estás grandecito para llevar esta vida. Yo por mi parte prefiero tomarlo como una ilusión pasajera, un loco recuerdo. Tengo tanto por vivir y tantas ganas de hacerlo que no voy a retenerme en algo que pudo ser y no fue.
Dueles, y mucho, te echo de menos. No pudo ser, ya lo sé, pero desde el principio ya lo sabías. Dueles. Demasiadas cosas hubieron que tú nunca sabrás. Demasiadas cosas me hiciste sin darte cuenta que nunca te diré. Demasiado tiempo esperando una respuesta. Demasiado tiempo preguntándome qué paso, qué fue lo que hice mal. Ya no te quiero, es cierto, pero no porque mi corazón haya dejado de pensarte, sino porque las heridas aún no han cicatrizado y aún duelen. Fuiste mi todo: mi alegría, mi pena, mi vida, mi ilusión, mi decepción, mi dolor. Lo fuiste todo, lo bueno y lo malo, lo alegre y lo triste. Dueles, pero en mí ya no hay rencor, no serviría de nada que lo hubiera. Dueles, pero ya te estoy olvidando.
Me cansé de mí, de mis pensamientos, me cansé de llorar para sentirme bien, me cansé de pensar que vendrán tiempos mejores, me cansé de sonreír y decir Estoy bien. Me cansé de poner el mismo CD cada vez que pienso en vos, me cansé de tener que ser yo la que inicia la conversación, me cansé de preguntarte que te pasa, me cansé de tu indiferencia, de tu rechazo. Me cansé de caminar por las mismas calles, el mismo colectivo; el mismo tren, los mismos asientos, los mismos caminos; la misma gente; la misma rutina. Me cansé de mi ropa, de mis complejos, me cansé de llorar, de pensar, de sentir, me cansé de arruinar todo, de no iniciar nada. Sí, me canse de todo lo que me rodea, pero es cuando me canso de mí que empiezo todo de cero. Aprendí con el paso del tiempo a convivir con mi propio hartazgo, a remar contra mi rutina, a luchar contra mis miedos y a evitar los errores. Hoy puedo estar harta de mí misma, pero siempre te estaré observando. Porque aunque me canse de mí, aún no encontré la fórmula para cansarme de vos.
Escúchame, no digas nada, sólo mírame a los ojos y deja que mis palabras lleguen a tus oídos, permite que mis manos te expliquen lo que siento por tí, que en un beso pueda decirte que eres todo para mí, que en una mirada intente describir la emoción que provocas al tomar mi mano. Escúchame, sé que no sientes nada por mí, que piensas que esto no puede ser, que existen mil pretextos para no arriesgarte, que crees que vas a llorar y sufrir una vez más, pero te has equivocado, porque si me regalaras una noche te entregaría mi esencia, te besaría como nadie jamás lo ha hecho, te regalaría mi corazón sin pedir nada a cambio.
Si nada es para siempre, ¿Por qué sigo dando vueltas? ¿Por qué vuelvo a pasar una y otra vez por el mismo lugar, por los mismos recuerdos? En algún momento del camino los pierdo, pero vuelven. O yo vuelvo a ellos, es igual. Quizás yo me alejo y vos los acercás. Siempre te ingeniaste para volver, para desarmar mi vida, desordenar mis pensamientos. Siempre volvés, o yo vuelvo. Y es el mismo círculo. Distintas direcciones. Pero siempre en algún punto del camino te vuelvo a encontrar, o vos me encontrás a mí, no sé. Es igual. Es la misma parodia que se repite una y otra vez. Tu sonrisa, mis lágrimas. Tus ojos, mi cielo. Tus abrazos, tu respiración en mi cuello. Mis besos, los tuyos. Y la realidad que se filtra, la distancia que se pone en el medio. Los recuerdos que se pierden, y en un segundo más ya no te veo, no te escucho ni te siento.
Cansada de no poder pensar en otra cosa. No existe otro motivo por el cual yo siga acá. Cansada planear días diferentes, y que sin querer terminen violentamente, tan distinto a lo que esperaba. Cansada de llorar, de dejar frases incompletas; de pensar en lo que pudo ser y encontrarte en todo momento. Cansada de escuchar solo reproches, y extrañar un te quiero al final del día. Cansada de tropezar con mis errores una y otra vez, no importa cuanto suplique. Estoy cansada de pedir perdones y permisos. Y aún así, yo nunca te pediría que te fueras, y sabés que vos nunca me dejarías ir. Cansada de censurar pensamientos, de necesitar tus besos. Y aún así, no existe otro motivo por el cual yo quiera seguir acá.
jueves, 14 de mayo de 2009
Y otra vez volví a caer, en una trampa de mentiras. Falacia de creer, en la sola posibilidad de cambio. Hay cosas que se mantienen como están. Y otra vez el mundo dejó de ser mío, las lágrimas interminables, se ahogaron en mis ojos. A gritos pidiendo ayuda. ¿Ayuda para qué? Si ya no hay tiempo que valga la pena; Si siempre, pero siempre voy a terminar de la misma manera. Y otra vez resurgen los reproches, se destapan los velos, y ahí estoy. Al desnudo y sin máscaras con la debilidad a flor de piel, y la conciencia marchita. Y otra vez, otra vez, envuelta en las redes de la mentira, tratando en vano de escapar.
por que?
¿Por qué me odiás tanto? ¿Por qué? ¿Me odiás porque soy buena gente? ¿Porque soy una chica normal? ¿Me odiás porque tengo alrededor gente que me quiere? ¿Por eso? Yo creo que es por eso. Yo creo que no me bancás porque tengo y soy lo que vos nunca vas a tener ni vas a ser. Yo creo que es tan feo sentirse solo, que necesitás hacerme mal a mí porque eso te da alegría, ese momentito te hace feliz. Pero escuchame bien. Vos podés hacer correr miles y miles de rumores, podrás hacer que me odien, podrás hacer que la gente que me quiere desconfíe de mí. Pero nunca, nunca me vas a convertir en lo que vos sos. Un rumor, por más fuerte que sea, nunca es más fuerte que la verdad, y tarde o temprano sale a la luz. Les podrán mentir a algunos por mucho tiempo, pero no a todos todo el tiempo. Porque a la larga o a la corta esa careta se cae. Yo tengo quien me abrace. ¿Y vos? Algunos te van a creer a vos. Otros a lo mejor me van a creer a mí, pero lo más lindo que tengo es la gente que me quiere. ¿Y vos?
Hace días que tengo un agujero en el pecho. Es la nostalgia de ver que las cosas, siempre vuelven a su lugar, que al fin y al cabo, recuperan su forma. Es la incertidumbre de saber, qué será de tu vida, cuántas habrán frecuentado tu existencia después de mí, a cuántas les dijiste te quiero, cuántas veces más temblaste con un beso. Es la angustia de reconocer, que pude haberte tenido si al menos no fuese tan determinante, igual queda clavada la duda. Es el orgullo resquebrajado de saber que estás de la mano con otra persona, cuando tendría que estar yo en su lugar. Es el recuerdo del último adiós, la vez que más nos reímos, la unión inconclusa, y la noche de tus ojos. Es la mirada más azul mientras me decías ese 'no entiendo cómo, pero te quiero' que desestructuró mi sistema. Es la bronca de extrañarte aún cuando no hayas sido tanto, aún cuando no deba. Es el inconsciente, que me traiciona otra vez.
Podría en mis sueños crear la historia más bella de las historias que pudiste conocer. Podía mostrarme tal cual soy con mis tantos defectos y algunas virtudes y así llegar a quererme. Pude querer, pude dejarme querer, pero terminó. No hay vueltas de páginas en esta historia, yo fuí quien arrancó cada hoja, cada capítulo. Es difícil mostrarte mi lado oscuro. Mostrarte que no te necesito, que no te quiero, que no me faltas. Y sin embargo lo logré, porque eso es lo que crees tú hoy de mí. Pero por el bien de los dos, fui yo la que tenía que hacer fuerza acá, secar mis lágrimas y ponerle pecho a la situación. Decir no, cuando todo tu cuerpo quiere seguir. Quizás en la próxima vida, la próxima estación, nuestros cuerpos se reconozcan y puedan vivir lo que hoy matamos. Y no me mires, no me busques más. Es la manera de facilitarme las cosas, noto como ya te desanimaste, como ya sientes que no existen motivos para obsesionarte en tenerme. Pronto otra acudirá, otra te llenará de besos como lo solía hacer, llevarás a otra a su hogar, a otra abrazarás y tomarás de la mano. A otra le dirás te quiero. En cambio yo, siempre estaré pensando en lo que pudimos ser, sin ganas de intentar alguna historia más. Consciente de lo que soy, de quién soy. Seré destinada a mi eterna soledad, y en un tiempo más te veré o me enteraré que pudiste ser feliz con alguien que no soy yo.
No se si te amo o no te amo. No tengo un futuro justo en mi cabeza, para ambos. Yo solamente se que disfruto cada momento que te tengo cerca. Y odio extrañarte, odio que me faltes en esos minutos estúpidos, porque si bien no significan nada, tienen sentido para mi si estoy con vos. Y el regalarte un beso hoy, me hace no poder el olvidarte mañana, y seguir recordando el gusto de tus labios. Y va creando una adicción, de querer cada vez más. Pero se controlarme. Tocándome el corazón, hoy, te pido que no me lastimes. Te pido que no me faltes en esos momentos de agonía, cuando sos vos la única salvación. Te pido que me quieras como me quieres siempre. Y te cuento que me gusta que me necesites. Seguí con mi vida, dejando el pasado atrás, trate de evitar las secuelas de un amor, para someterme a otro, y seguir siendo feliz, sin llantos, ni derrotas de pobres inocentes. Luche contra todo, no nade a favor de la corriente, pero no me arrastró. Aunque me temblaban las piernas, pude mantenerme en pie. Y hoy estoy aquí, pidiendo que me ames, una vez mas. Porque sos vos la persona que yo quiero a mi lado.
gracias
Gracias por ayudarme a ser lo que soy. Gracias por no abandonarme cuando me tornaba intolerable. Gracias por entenderme día, a día y querer solucionar mis problemas. Gracias por haber secado cada una de mis lagrimas. Gracias por hacerme sentir alguien. Gracias por saber que soy alguien. Gracias por arrebatarme cada día una sonrisa. Gracias por tus palabras de consuelo que siempre me ayudaron. Gracias por protegerme de cada amenaza. Gracias por todo lo que hiciste. Gracias infinitamente, Por todo. Te odio por dejarme como si nada. Te odio por que no fuiste capaz de despedirte. Te odio por no darme una razón. Te odio por no dejar que te acompañe. Te odio por no haberme robado un último beso. Te odio por aquel abrazo que nunca se dio. Te odio por que ya empiezo a extrañar cada momento. Te odio por que sos lo único que tengo y ya no estas.
He aprendido algunas cosas,
He aprendido que no puedes hacer que alguien te ame. Todo lo que puedes hacer es ser alguien quien pueda ser amado. El resto depende de ellos. He aprendido que no importa cuanto quieras. Algunas personas simplemente no corresponden tu cariño. He aprendido que toma años construir la confianza y solo segundos para destruirla. He aprendido que no es lo que tienes en la vida sino a quien tienes lo que cuenta. He aprendido que te la puedes arreglar con encanto pero tan sólo por quince minutos. De allí en adelante, es mejor que sepas algo. He aprendido que no te debes comparar con lo mejor que otros pueden hacer sino con lo que tú mejor puedes hacer. He aprendido que no es lo que le pasa a la gente lo que es importante. Es lo que hacen al respecto. He aprendido que puedes hacer algo en un instante que te dará dolor de cabeza de por vida. He aprendido que no importa que tan delgado lo cortes siempre tendrá dos lados. He aprendido que me está tomando mucho tiempo ser la persona que quiero ser. He aprendido que es mucho mas fácil reaccionar que pensar. He aprendido que siempre debes despedirte de los seres amados con palabras de amor. Podría ser la última vez que los veas. He aprendido que puedes llegar aún más lejos de donde piensas que ya no puedes más. He aprendido que o controlas tu carácter o tu carácter te controla a ti. He aprendido que sin importar cuan caliente y ardiente es una relación al principio la pasión desaparece y es mejor que haya algo que tome su lugar. He aprendido que los héroes son personas que hacen lo que se tiene que hacer cuando se debe hacer sin importar las consecuencias. He aprendido que aprender a perdonar requiere práctica. He aprendido que hay gente que te quiere mucho pero que no sabe como mostrártelo. He aprendido que el dinero es una mala manera de evaluar. He aprendido que mi mejor amigo y yo podemos hacer de todo o nada y pasarlo bien. He aprendido que algunas veces la gente que tu esperas que te pateen cuando estas caído serán los que te ayuden a levantarte. He aprendido que una amistad verdadera continua creciendo aún en medio de una gran distancia. Igual sucede con el amor verdadero. He aprendido que tan sólo porque alguien no te ama de la manera que quieres que te ame, no significa que no te ame con todo lo que tiene. He aprendido que la madurez tiene más que ver con los tipos de experiencias que has tenido y lo que has aprendido de ellas y menos que ver con cuantos cumpleaños has celebrado. He aprendido que no debemos cambiar de amigos si entendemos que los amigos cambian. He aprendido que tu familia no siempre estará allí para ti. Parecera extraño, pero gente que no está vinculada a ti puede cuidarte y amarte y ensañarte a confiar en las personas otra vez. Las familias no son biologicas. He aprendido que no importa que bueno es un amigo puede herirte de vez en cuando y debes perdonarlo por eso. He aprendido que no siempre es suficiente ser perdonado por los otros. A veces debes aprender a perdonarte a ti mismo. He aprendido que no importa que este roto tu corazón el mundo no se detiene por tu dolor. He aprendido que nuestro pasado y las circustancias podrían haber influenciado quienes somos pero somos responsables por quienes seremos. He aprendido que sólo porque dos personas discutan no significa que no se amen y tan sólo porque no discutan no significa que lo hagan. He aprendido que dos personas pueden mirar a la misma cosa y ver algo totalmente diferente. He aprendido que no importa como intentes protejer a tus niños, en algún momento saldrán heridos y tu herirás en el proceso. He aprendido que hay muchas maneras de enamorarse y mantenerse enamorado. He aprendido que no importa las consecuencias. Aquellos que son honestos consigo mismo llegan más lejos en la vida. He aprendido que tu vida puede cambiar en cuestión de horas por gente que ni siquiera conoces. He aprendido que aún cuando piensas que no tienes nada más para dar cuando un amigo llora en ti tú encontrarás la fuerza para ayudarlo. He aprendido que escribir, lo mismo que hablar, pueden aliviar dolores emocionales. He aprendido que el paradigma en que vivimos no es todo lo que se nos ha dado. He aprendido que diplomas en una pared no te hacen un ser humano decente. He aprendido que la gente que más quieres en la vida son apartados de ti demasiado pronto.
Te esperé hasta muy tarde sin que llegaras a la cita acordada; Lloré de rabia e impotencia, sentí que te burlabas, y así como tantas noches me fui a dormir contigo en el pensamiento. Hoy durante todo el día, cada vez que el teléfono timbraba, corría a responder, mi corazón se agitaba, llegaba hasta mi garganta como queriendo escapar. Esperé que a mí vinieras; Cuantos días he esperado que llegaras al encuentro, cuantas veces en silencio he soñado con tus besos, más pasa el tiempo y nada de ello sucede. Hoy esperé nuevamente a que por fin aparecieras, pero al ver que no es así he tomado una decisión: No te llamaré, guardaré silencio, no sabrás más de mí. Basta de humillaciones, basta de mendigar tu cariño y esperar con ansiedad. Ya fue suficiente, desde este momento comienzo a olvidarte. No importará que vengas un día de estos a traer miles de excusas, y prometiendo que no volverá a suceder.
Vete ya. No quiero verte más. Ya te lo llevaste todo. No quedan nada más que escombros de lo que una vez fue la arquitectura más sólida de mi pequeño universo. Hoy te he visto en la sonrisa de alguien que se está muriendo y eso me ha hecho llorar. Esta noche no dormiré y soñaré una vez más contigo gracias a mi estúpido subconsciente. Estuve en lo más alto, y continuo descendiendo despacio, muy despacio. La última vez que pisé este lugar desde donde ahora te hablo ni siquiera sabía tu nombre. Tu nombre, tu forma de caminar, tu mirada, tus manos ... No existían. Esto ya se ha desgastado. La puerta está cerrada para siempre. Sal de mis sueños. Vete ya. No quiero verte más. Te quiero.
No uses a tu favor mi debilidad. Porque sabes que si me sonreís, caigo de nuevo en la incertidumbre de perder cada uno de los motivos por los que me alejé de vos. No seas desleal. No manipules todo el material que te di sobre mí, en todo este tiempo de idas y vueltas a tu isla. Quédate ahí, inmóvil, como siempre. Quédate inmóvil, pero completamente, sin usar siquiera las palabras, los gestos induciendo a la confusión. Quédate ahí, junto a tus miedos inmaduros, junto a tu grata certeza de saberte ajeno a los peligros que podría acarrearte el enamoramiento.
Me cansé de buscarte y no es lo peor. Lo trágico es que me cansé de encontrarte. Me cansé de descubrirte atrás de tus piezas talladas, atrás de tu habilidad siniestra de dar vueltas los cajones y tirar todo lo que había dentro. Me cansé de que destruyas, a fuerza de ponerla a prueba sobre el fuego, la débil cera de la que se cubría mi amor por vos (y mi amor, también mi amor) . Me cansé de que ME pongas a prueba y de que sólo vos tengas en tu poder la birome para anotar los puntajes. Me cansé de darte lo que no merecías, me cansé de darte, me cansé de vos.
Me niego a extrañarte, a quererte, a desearte. No quiero tenerte, ni usarte, ni dejarte. Detesto la espera, la esperanza, el sentimiento. Aborrezco tus mentiras, la incertidumbre, la distancia. No necesito tu lástima, tu compasión, ni tu ayuda. Odio tu egoísmo, tu soberbia, tu ironía. No te daría mi vida, ni mi tiempo, ni mi alma. Me enferman tus silencios, tus pretextos, tus excusas. Me canse de seguirte, de esperarte, de entregarme. Mataria tu crueldad, tu injusticia, mis miedos. No aguanto tu inmadurez, tu envidia, tus celos. Perdi mi paciencia, mis sueños, tu recuerdo. Te aprovechaste de mi, de mi libertad, y de mi ingenuidad. Desprecio tu insolencia, tus atrevimientos, tus promesas inútiles. Me molestan tus olvidos, tus descuidos, tus manías. No tolero tus enojos, tu inconciencia, tu torpeza. Pero muero por tus besos, tus abrazos, tu presencia. Soy débil.
domingo, 10 de mayo de 2009
malditos sentimientos
maldito pasado que no me deja avanzar
malditas las ganas de volverte a ver
maldito vos que no dejas de hacer cosas para complicarme la existencia
maldita gente que me hace acordar a vos
maldita internet que me hizo conocerte
maldita cabeza que no me deja dejar de pensarte
maldita hipocresia la que hacemos nosotros dos como que siempre esta todo bien
maldito dia en el que te conoci
maldito ese tiempo que fui feliz
malditas las veces que llore en mi cama, que por cierto siempre fue en vano,
maldito tiempo, que supuestamente lo soluciona todo, pero ya espere demasiado, y dicen que el que espera desespera, pero ya perdi la desesperacion y la esperanza,
maldita cabeza que lo unico que hace es pensar pensar y pensar en vos, en intentar solucionar algo pero nunca hay solucion alguna,
malditas canciones que me recuerdan a vos
maldito corazon que no para de sentir cosas y que son en vano porque no sirven de nada
malditas todas estas cosas y muchas mas que me impiden seguir mi camino...
sábado, 9 de mayo de 2009
Verdades...
VERDADES SOBRE MI RISA:
Es verdad que te reís solo, cuando te dicen algo gracioso por la compu?: jajajaj si hay veces
Es verdad que a veces te reís y te sale un ruido de cerdo?: jajajaja si y ensima sale cuando no tiene que salir ¬ jajaj tb tengo risa de puerta de cerrucho bue muchas risas ajaj
Es verdad que la gente se rie de tu risa?: si maal hasta la intentan imitar jaja XD
Es verdad que alguien alguna vez te dijo que tu risa estaba buena?: nooou :( todo lo contrario jajaj
Es verdad que cada vez que te reis es en un lugar inadecuado?: me rio todo el tiempo, pero quede mal muuuchas veces ajaj
Es verdad que alguna vez se te escapo una risita en una conversación en la cual no debias reirte?: se maaal y me miraron con cara de *_* u.u
VERDADES SOBRE MI ESTATURA:
Es verdad que alguna vez alguien te dijo “ que enana que sos” ,“ sos una jirafa” ?: todo el tiempo me lo dicen jojo :(
Es verdad que estuviste/estás desconforme con tu estatura?: la verdad que si, pero llega un momento que te resignas a que no vas a crecer mas y bue :S
Es verdad que usas tacos/chatitas cada vez que podes? antes no ahora si
Es verdad que alguna vez tu estatura te jugó en contra a la hora de estar con algun chico que te gustaba?: seee jaj
Para vos es mejor ser alta o peti?: intermediate pero prefiero peti queda mas tierni
Es verdad que muchas veces te dijeron “mandemos a fulana que es re petisa”, “todas menos a mengana que es altisima, no pasa”?: puede ser
Es verdad que crees en la frase: “ lo bueno viene en envase chico” ?: y deberia jaj
Es verdad que te dijeron que tenes patas largas? No, pero si flacas.
VERDADES SOBRE MI ROSTRO:
Es verdad que alguna vez te dijeron que tenias lindas facciones?: linda piel diria yo
Es verdad que estuviste/estás desconforme con alguna parte de tu rostro?: aam si
Es verdad que tus ojos son grandes/chiquitos?: graandes paresco una laaca
Es verdad que tu boca es gruesa/finita?: gruesa MUYY gruesa va grande aaa q asco :P
VERDADES SOBRE MI CUERPO:
Es verdad que tenes piernas largas?: no pero si flacas
Es verdad que alguna vez estuviste desconforme con alguna parte de tu cuerpo?:obvio
Es verdad que te miras en el espejo siempre y te miras cada parte de tu cuerpo?: solo cuando estoy demasiado al pedo y no hay nada que hacer osea nunca boe que le decian
Es verdad que no te gustan tus brazos/cola/tetas/piernas/etc?:podria ser
Es verdad que le temés a la fuerza de gravedad?: ah?
VERDADES SOBRE MI PERSONALIDAD:
Es verdad que si alguien viene y te pregunta “ de qué signo sos” se te viene a la cabeza, “este me quiere chamuyar”?:por un lado si jaja
Es verdad que si alguien te pide que no cuentes algo importante, vos lo haces?: no
Es verdad que sos tal cual sos con TODOS?: no
Es verdad que te mostrás un poco frío con la gente que no conocés y piensan que sos una amarga?: si jajaja u.u aunque con la gente que conosco a veces tb lo hago pero no me doy cuenta u.u
Es verdad que te hacés amigos fácilmente?: segun el dia el lugar la fecha la hora mi estado de animo, etc
Es verdad que a la gente le gusta estar con vos porque sos divertida/o?: a veces si
Es verdad que sos traquilo y callado o movidizo y charlatan: hay dias y dias.
VERDADES SOBRE MI EN GENERAL:
Es verdad que si alguien te pide tu numero de telefono vos le decis “ primero dame el tuyo”?:na le doy el mio q gaste credito la otra persona :D
Es verdad que si alguien te dice algun piropo por la calle vos te haces la desentendida o lo mandas a la mierda?:podria ser
Es verdad que te arrepentiste de tu ultima relacion?: podria ser no estoy segura
Es verdad que cada vez que escuchas canciones romanticas, te acordas de la persona que te mueve el piso?:desgraciadamente se,
Es verdad que una vez te reiste tanto que te salio lo que estabas tomando por la nariz?: na a tanto no llegue xD
viernes, 8 de mayo de 2009
Cuántas veces sentí que mi mundo se venía abajo, que no me querían de verdad. Cuántas lágrimas habré derramado por esa desilusión, por mis desamores. Pero aquí sigo, me caí, pero me levanté con más fuerzas. Pensé que nunca más me iba a volver a enamorar, tenía miedo de entregar mi corazón, pero soy tan débil que no lo puedo evitar. Me ilusiono rápido y me enamoro con mucha facilidad. Soy tan susceptible a que me lastimen porque doy todo de mí, me entrego por completo. Lamentablemente, aún no aprendo. Y siento que me estoy cayendo, una vez más siento que muero, que ya nada tiene sentido, que no quiero volver a querer. Porque si para saber lo que es querer, tengo que sufrir lo que estoy sintiendo, prefiero no hacerlo. Tengo miedo, y es que me duele, me duele demasiado; tanto que no aguanto este dolor. No sé que hacer, qué pensar. Siento que me muero, que me arrancan el corazón. Y es que aún no aprendo a jugar con el amor. ¿Por qué para ellos es tan fácil? ¿Por qué no les importa lo que uno pueda sentir? ¿Por qué tienen que ser tan egoístas, pensar solo en sí? ¿Y yo, qué? ¿Dónde quedan mis sentimientos? Me siento mal, ya no le veo sentido a mi vida, siempre es lo mismo, una vez más la historia se repite. Y me pregunto yo, ¿será que algún día encontraré la persona ideal? ¿Cuántas veces no pensé haberlo hecho antes? ¿Y cuantas me equivoqué? Tengo miedo de volver a querer, de aceptar que estoy enamorada y que quizás sea un error más. ¿Cuántos desamores tendré que pasar? Tengo miedo, de que me hagan sufrir una vez más, porque no sé si mi corazón tenga la suficiente fuerza para aguantar una desilusión más.
Cómo decirlo, el problema. No, no creo que lo seas, sos mejor dicho, la solución, yo soy el problema, yo soy el dilema y la complicación, que raro, me dí cuenta que te estás convirtiendo en mi inspiración y sin siquiera saberlo, es más grave de lo que pensaba, es paradójico pensar que quiero y no quiero enamorarme de vos, espero que el resultado no me afecte como otros, y si algún dia me querés como supongo en poco tiempo si sigo así, yo lo voy a hacer, espero que me haga feliz. Y yo me conformo con tan poco, con solo verte un segundo, de reojo aunque sea, con solo tener la esperanza de que algún dia pueda decirte todo esto a la cara y me sonrías, me mires a los ojos y me digas que sentís igual, por más que sientas una ínfima parte de lo que yo siento, me contento. Lo he vuelto a hacer, a soñar despierta, con tu estampa al frente, no lo puedo evitar ya ves, y este es mi cable a tierra, donde puedo desahogarme, y tal vez lo estés leyendo sin siquiera saber que es para vos, que irónico, verdad? Empecé esta confesión odiándome por sentirme así, continué divagando y finalizo como todos los primeros pasos de las enfermedades. Finalizan, aceptando. Acepto que no puedo evitar esto, acepto que no puedo escapar de mi propia mente ni evadirme tampoco, reconozco que no puedo obviar mis propias ilusiones porque por algo están, y aunque yo las haya creado y mi alrededor las haya extendido hasta las más remotas fronteras de la perspectiva humana, existen y no puedo ignorarlas, acepto que no puedo huír de la verdad, no puedo apartarme de la realidad, y si esta es mi realidad, la acepto. Acepto al fin y al cabo que yo no manejo, que es el destino el que está al volante, que es la fortuna la que tira mis cartas, y la suerte la que las baraja, rumbo incierto el que me merezco, nebuloso el camino que recorro, confuso es el aire que me toca respirar, pero lo acepto y me hecho a las manos del que esté a cargo de mi vida. Por favor trátala bien, es la única que tengo.
sábado, 2 de mayo de 2009
¿Otra vez? Sí, otra vez. Lo veo venir, de nuevo, y yo simplemente no quiero, siento que me harté, que estoy más frágil que nunca, que mi fortaleza se podría desmoronar en un santiamén. Por eso no voy a ponerla a prueba. Por eso te digo que NO, que cuando era tiempo hubo tiempo, tuviste tiempo y elegiste. Sí señor, elegiste. Tu vida y tus cosas, tu gente. Entonces, es como decía Benedetti en un poema: Te dejo con tu vida, tu trabajo y tu gente, con tus puestas de sol y tus amaneceres. Si pensás volver POR MI, como quien vuelve atrás porque olvidó un pañuelito tirado en la vereda, olvídalo. Si pensás volver POR MI, pensando en que lo hacés por mí, olvídalo. Estoy mucho mejor sin vos (aunque no lo entiendas, claro. Porque vos no lo entendés, porque vos NO SOPORTÁS, simplemente, estar solo. Estar sin un beso femenino sobre los labios, aunque ni siquiera sientas amor por ellos) . Ahora mis horas y mis días me pertenecen. Tengo entre las manos un puñadito chiquitito de sueños que no renuncié cuando te desviaste del camino, cuando me dijiste hasta acá puedo (sin decirlo, claro. Porque a vos las palabras casi siempre te costaron) . Te dejé atrás, porque sé que ni el cariño, ni las promesas de amor eterno bastan para hacer que otro se juegue por vos (quizás una causa que ya se considera perdida de antemano, o poco valiosa simplemente) . Lamento decirte, muchacho, que mi presente no tiene lugar para tu rostro y tu cuerpo, tu abrazo, tus miedos, tus deseos, tu espacio reducido para mí. Se acabó lo que se daba. Se agotó la fuente, y ya no me siento responsable por tu sed.
No cruces la línea. No rompas, como tantas veces, la débil cinta que puse rodeándome, protegiéndome, con la inscripción frágil. Estoy en período de reparación. Estoy en período de mirar las heridas que nunca miré, y buscar de sanarlas, o al menos, dejar de profundizarlas. No rompas ahora, justo ahora, el silencio. No estires los brazos del tiempo para que vuelva a envolvernos, para que vuelva a contenernos, para que vuelva a hacernos alucinar con un paisaje bonito en el cual los dos cabemos perfectamente. No uses a tu favor mi debilidad. Porque sabés que si me sonreís, caigo de nuevo en la incertidumbre de perder cada uno de los motivos por los que me alejé de vos. No seas desleal. No manipules todo el material que te dí sobre mí, en todo este tiempo de idas y vueltas a tu isla. Quédate ahí, inmóvil, como siempre. Quédate inmóvil, pero completamente, sin usar siquiera las palabras, los gestos induciendo a la confusión. Quédate ahí, junto a tus miedos inmaduros, junto a tu grata certeza de saberte ajeno a los peligros que podría acarrearte el enamoramiento. Quédate contemplándote los ojos, transparencias sin fin donde se pierden los caminos que llevan a tu corazón, donde se oscurece el discurso y se vuelve tonta nadería. Quédate acariciándote a solas. Quédate amándote, con ese amor que te reconoce sólo a vos como punto de partida y como fin último, con ese amor que nace de tu piel y vuelve a ella, con ese amor que yo ya no necesito.
Ya no necesito de tu compasión ni me asombra tu sabiduría. Puedo ser más de lo que pensé y planee para mí. Siempre me viste de lejos, despreocupada y poco interesada en vivir. Siempre el aspecto negativo resultaba más interesante, pero, necesito llorar para desahogarme de vez en cuando. Nunca me rendí frente a tus ojos, porque no quise que vieras desvanecer a esta inocente e ingenua criatura convenciéndote de lo cobarde que era. Pude darte lo mejor de mí, aunque poco valoraste mis intenciones de hacerte feliz, a pesar de que siempre supiste que me moría por vos, por hacerte bien y porque me aceptes. A veces deseo que nadie me viera sufrir, y otras veces a propósito salgo a buscarte con el corazón en la mano para despojarte de tu felicidad. Y sí, así es como me convertí en esta loca que aunque no quiere te extraña y te necesita como siempre. Así es como escribo una y otra vez para vos, sabiendo que ni siquiera pensás un segundo en mí, y por más cosas que hayas sentido por mí nunca fueron verdaderas. Nunca fuiste la persona que pensé que eras, me desilusionaste y ahora más que nunca, a pesar de todo esto, creo que nunca podrías haberme hecho feliz
Que ingenua puede ser la gente cuando cree que esas personas especiales que aparecen, porque siempre aparecen en algún momento de la vida, puedan ser olvidadas como si nada. Que tarados que somos algunos cuando decimos adiós sin querer decirlo. Que arrepentidas que vuelven las personas a buscar a estos afectos que quizás lastimamos sin querer hacerlo. Que increíble el hecho de que alguien pueda llegar a tomar tanta importancia en nuestra vida, a tal punto de formar parte de uno mismo. Entraste a mi vida, cuando más te necesitaba, apareciste y dejaste huellas que me marcaron. Logramos construir algo sano y sincero. Sin sobresaltos, y con sorpresas llenas de alegrías que fueron nuestra compañía. Hoy te extraño más que nunca, porque sé que sos vos quien me hizo más feliz y quien hacía que me duerma tranquila, sabiendo que mañana iba a ser un gran día.
Eliminamos de todos lados el nombrecito de aquel que nos partió el alma y aun así en el momento menos pensado nos lo encontramos. Siempre en el momento más inoportuno. Nunca el día que lo pensábamos. Tal vez ese día estábamos contentas, con un sonrisa, hablando con aquella persona que después de él, por primera vez, te empezó a gustar y de repente ves esa cara. La de quien te hizo experimentar cosas tan grandes que te quedaron grabadas adentro y que querés sacar a la fuerza porque llegó un momento en que te diste cuenta que ya basta. Sí, hablo de esa persona. La última que esperas encontrarte. Esta ahí, paseándose adelante tuyo con total impunidad. ¿Y nosotras? Nosotras nos ponemos nerviosas. Nos olvidamos de lo que estábamos haciendo y solo queremos salir de ahí, llegar a nuestras casas y olvidarnos del momento que acabamos de pasar. Pero también por otro lado, aparecen las ganas de saludarlo y hasta te acordás de la complicidad que tenias, que ya no existe, y pensas en pellizcarlo de atrás para molestarlo y quizás también hasta tenés ganas de abrazarlo y contarle las novedades de tu vida actual. Pero sólo es un momento. Porque después frenás, pensás, y te das cuenta que ya no forma más parte de tu camino y sacás la conclusión de que sólo esta casualidad es una jugarreta del destino que se ríe un poco de nosotros o por lo menos que se ríe un poco de mí.
Tal vez en muchas ocasiones, cuando algo se termina, uno se queda con la sensación de que hay algo más por hacer, que quizás todavía nos quedan algunas cosas que salvar o rescatar. Añoramos tanto eso que vivimos que queremos que no concluya. Buscamos las mil formas, pensamos constantemente, creamos mil salidas hasta que por fin un día nos damos cuenta de que realmente esa etapa o esa relación o eso que deseamos se terminó. Y nos invade la sensación de dolor, ese dolor intenso que te llega al medio del alma, que nos pide a gritos al oído que des vuelta la página, que sigas con tu vida porque así no podes más. Hacemos nuestro duelo; ese período en el que no encontrás el rumbo de tu vida, te sentís perdida, sin salida, en lo único que podes pensar es en lo que podrías haber hecho y no hiciste para retener ese pasado. Y nos invaden las culpas, pensando, podría haber sido diferente si no hubiese hecho esto. Pero, ¿de qué nos sirve la culpa? El pasado no se puede cambiar, lo hecho ... Hecho está y no hay nada más que hacer, más que tratar de no hacerlo una próxima vez. Y así es como cerramos un capítulo más de nuestra historia, cerramos la puerta de una memoria y nos aferramos a la idea de que otra posibilidad u otra oportunidad se abrirá para nosotros.
Si entre sonrisas no te das cuenta lo feliz que me hace que me toques y me tiemblen las manos; si no te das cuenta que de reojo te miro y si me miras me invade la vergüenza, y es ahí cuando me doy cuenta de que te quiero, y en demasía; y no es que quiera quererte menos. Te quiero lo necesario, pero no sé si lo justo. Te quiero y no me canso de repetirlo. Si entre sonrisas no te das cuenta de lo feliz que me hace tenerte al lado, querer dormir mientras me acaricias; si no te das cuenta de que me encanta saber que sólo con estar ahí cambias mi humor, te lo podría decir cuantas veces sea necesario, de las formas y combinaciones que quieras, si es esa la manera correcta para sacarte de los labios un yo también.
Pero, de repente, un día te das cuenta. Te das cuenta de que ya no pensás tanto en el otro. Te das cuenta que ya no lo buscás más. Te das cuenta de que ya no está y que no esperás que vuelva, porque, de alguna forma, ya está. Y ahí, sólo te queda recordar las cosas buenas, olvidar las cosas malas, y seguir adelante. Porque siempre hay un adelante por el que seguir. El tema no está en olvidar, está en aceptar la ausencia del otro, el vacío que deja alguien cuando se va, y aceptar que ya no puede seguir ocupando el lugar que antes sí. Y esperar que, algún día, otra persona vuelva a llenarnos, probablemente de otra forma, desde otro lugar, distinto.
Me conmovieron los ojos de ella porque en vez de comprenderla me sentí comprendida. Yo me sentía igual, como si tuviera las mismas primaveras encima y toda experiencia que haya tenido o cuanta lección haya aprendido en ese exacto momento no servían de nada. Ella esta sentada, frente a su escritorio antiguo pero armonioso aún y está por demás aferrada a un hombre que yo también hubiera sentido si no hubiera decidido dejarla sola. Las palabras que escuché de su boca me movieron el cielo y la tierra. Se notaba que no aguantaba más de tanto amor, que le cortaba el aliento. Estaba triste, me lo contaron sus ojos. Y no me costó mucho deducir que hacía un millón de lunas que lo esperaba, por más vacías que éstas parecieran. Escribo en su lugar porque está devastada, no quiere cerrar los ojos, me explica que su realidad es infinitamente gris por intentar decirlo de alguna forma, no quiere comer y me pregunta constantemente que pasará ahora. Me duele en el alma no poder darle una respuesta certera y me pide un cigarrillo y otra canción. Piensa que el hombre que la alumbra no la tiene en cuenta y desea fervientemente que la esté pensando como ella lo esta haciendo. Lo desea, es cierto, pero yo le explico que tendrá que esperar. Le agrego a mis habladurías un tiempo al tiempo y dejo que fume tranquila. Me inspira melancolía, porque veo sus ojos y no están acá, no puede concentrarse en nada concreto, no escucha, ni siquiera guarda la invencible manía de morder sus uñas. La miro nuevamente y sigue estando ida, volada en algún lugar que conozco pero donde no me atrevo a acompañarla. Esta con él, puedo sentirlo y supongo que de alguna extraña manera él también la recuerda a ella. Quizás viva una eternidad en el pasado. Por mi parte, tengo un único sueño, verlos juntos una vez más. La veo y sé lo que piensa, como si fuera yo misma la que estuviera sintiendo. Se sabe la única culpable de su presente, ya que nadie la obligo a sentir algo tan profundo. Imagino su pasado y noto un gran cambio, su sonrisa no es la misma, ahora es sólo un disfraz. Nadie la va a entender, por eso ya no habla del tema, además es conciente de que no tiene solución, o mejor dicho depende de una persona que no está dispuesta a solucionarlo. Está más que claro que ya no es la misma, y sospecho que jamás volverá a serlo, en principio porque a pesar de sus escasos años creció y obviamente va a seguir creciendo, pero por sobre todas las cosas por ese amor que la marcó, que le quitó las ganas de creer y de querer, ya no piensa que el amor es tan bonito como lo describen las típicas tarjetas de los subtes. Pero sabe que si él estuviera con ella, ese amor movería montañas. Es imposible bajar del cielo a donde él nos hizo llegar.
Hay momentos en la vida en los cuales sólo nos resta decir gracias, gracias por haberte conocido, gracias por permitirme quererte, gracias por estar, gracias por ayudarme a ser quien soy, gracias por dar sentido a mis días, por darme un mundo de ilusión, gracias por hacerme tan feliz, por hacerme mejor, gracias por hacerme libre, por ayudarme a soñar, gracias simplemente por existir. Pero hay ocasiones en las que después de dar gracias, es necesario decir adiós, decirlo con los labios, pero también con el corazón, no pensar que puede ser un hasta luego, no desear que lo sea, porque en esos instantes puedes ver que no lo será, que es un adiós verdadero. Y cuando ese momento ha llegado, no hay más que hacer, sólo decir gracias y adiós, aunque en esa frase se te vaya la vida, se te vaya el amor.
Pero cuando creemos que todo se termina, cuando creemos que todo está perdido, siempre se abre una ventana. Como si nos escucharan, como si todo estuviera perfectamente planeado para que las personas no se rindan ni se den por vencidas. Como si existiera una conspiración entre planetas, soles y lunas para que las personas cuando se caen al río no se queden sumergidos en él, abriéndose a su paso esa ventana, esa salida que se abrió con un nombre, y yo simplemente atiné a llamarlo: Él. No hubo reemplazo, no hubo un cambio. Simplemente una persona más se unió a mi camino, y comenzó a caminar conmigo, dándome su mano y dándome un espacio. Compartiendo sus cosas con las mías. Compartiendo su vida. Consejos ante problemas. Sonrisas ante lágrimas. Apoyo frente al llanto. Miradas cómplices. Nuevos códigos, nuevos momentos. Charlas hasta altas horas de la noche. Risas continuas sobre cosas chiquitas e insignificantes, pero que con él tienen un sentido especial. Él simplemente apareció, para verme crecer. Él estuvo conmigo, así me lo hizo sentir y me lo hace sentir todos los días de mi vida, desde la mañana a la noche. Sus retos, sabios y correctos, aparecen de vez en cuando para hacerme notar algo que estoy haciendo mal. Sus felicitaciones me hacen recordar que estoy por el camino adecuado, tratando de hacer las cosas bien. ¿Cómo agradecerle a la vida esta persona que nos puso en el camino? ¿Cómo contradecir al destino si este viene con personas tan valiosas, como lo es Él? ¿Cómo querer cambiar algo de mi vida, si hoy soy feliz? ¿Cómo cuestionar la existencia de alguien superior que siempre nos pone cosas buenas en el camino? La vida todos los días te cruza con personas, que hay que cuidar, que hay que retener y valorar. Uno sabe quienes son esas personas que te van a acompañar siempre. Uno sabe quien vale la pena y quien no. Uno sabe a quien querer y a quien no. Uno sabe a quien ayudar y a quien obviar. ¿Cómo puedo hacer para describir semejante amor incondicional que recibo todos los días de parte de Él? ¿Cómo explicarle el hecho de que contribuyó tanto en mí, que hoy ya forma parte de mi misma?
Alguien que me sepa escuchar y que se de cuenta cuando estoy mal, alguien que me extrañe aunque hayamos pasado juntos todo el día, alguien que me invite a conocer esa vida que siempre imaginé, alguien que quiera vivir todo de a dos, alguien que note lo que siento solo con mirarme, alguien que solo por mí deje todo lo demás, que elija estar CONMIGO aunque tenga otros planes. Que llegue a sentir que antes de mí, ninguna otra existió, que sus amigos estén cansados de escuchar mi nombre, alguien que me escriba las cartas más lindas, a pesar de tener fea letra, faltas ortográficas y que solo tengan dos renglones; alguien que se mate por mí y a veces quiera matarme, que se convierta en la persona más dulce del mundo de vez en cuando, que haga de un día normal el más maravilloso de mi vida, alguien que solo me abrace cuando tenga frío y me llame para desearme buenas noches, alguien que piense en mí más de lo que lo acepta, alguien que sienta que se cae el mundo si discutimos, que agote conmigo toda su dulzura, que me haga reír hasta llorar y por sobretodas las cosas, tenga claro lo que siente por mí. Alguien que me transforme en la chica mas histérica, celosa y pesada del mundo entero, e igualmente me quiera así; alguien que diga que todas esas canciones de amor, lo hacen acordar a mí, aunque sea mentira; alguien que me diga que estoy hermosa aunque todavía no esté del todo despierta, que me diga que le doy los mejores besos del mundo, aunque haya habido otra mejor, que me diga que tengo los ojos más lindos, aunque sean iguales a todos los demás, alguien que piense que estoy equivocada y me diga: Sí tenes razón, solo para dejar de pelear; solo quiero a alguien con quien pasar 5 hs. pegada al teléfono, y no se canse de escucharme, alguien que me haga sentir la chica más afortunada de todo el universo solo por tenerlo a él, alguien que me saque el mal humor y me haga sonreír a pesar de que esté mal, alguien que de vez en cuando se siente a leer todas mis cartas y mirar todas mis fotos, alguien que cuente los días que pasamos juntos, que me haga cosquillas y siga a pesar de mis gritos; alguien que me haga las mejores escenas de celos, sabiendo que para mí es el único, alguien que haga que vuelva a casa 7:30 y no a las 6, como dijo mamá; Que ame cada centímetro de mí, que me ponga histérica y me haga gritar y luego, terminar besándonos. Alguien que además de ser mi hombre, sea mi AMIGO. Que de verdad sienta lo que dice que siente por mí, solo quiero a alguien que no me haga sufrir, que no me cambie por NADA y me haga olvidar de todo lo demás.
Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo. Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar. Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no se atreve a cambiar el color de su vestimenta o bien no conversa con quien no conoce. Muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones, justamente estas que regresan el brillo a los ojos y restauran los corazones destrozados. Muere lentamente quien no gira el volante cuando está infeliz con su trabajo, o su amor, quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida, huír de los consejos sensatos. Vive hoy. Arriesga hoy. Hazlo hoy. No te dejes morir lentamente. NO TE IMPIDAS SER FELIZ.
viernes, 1 de mayo de 2009
¿cuantos errores se cometen por cobardia?
A medida que pasa el tiempo, te das cuenta de cómo van cambiando las cosas. El día de hoy, ya no crees lo mismo que pensabas ayer. Lo que sientes hoy, es diferente a lo que sentiste tiempo atrás. Las personas que quisiste, o creíste hacerlo ahora pasan a ser parte de tus recuerdos, y todos esos ‘te quiero’, ‘eres el amor de mi vida’, te das cuenta que no son cierto. ¿A cuántos se los dijiste, y pensaste que era la persona indicada? Sí, fueron muchos quizás, y sí, te equivocaste. Porque el día de hoy te diste cuenta de que esa persona que creíste querer, ya no está, que la persona que pensabas que era el amor de tu vida, ya ni siquiera se te cruza por la cabeza. Y es que las personas cambian, el tiempo avanza, los sentimientos varían y cada día, con cada cosa que te pasa aprendes algo, que influye en tu manera de ver la vida. ¿Cuántas veces sentiste que se te venía el mundo abajo porque la persona que creías amar se marchaba de tu vida? ¿Qué hiciste? Lloraste, pataleaste, sufriste, te amargaste. Pero el tiempo pasó, y poco a poco la herida sanó. Conociste a otra persona que te devolvió la alegría, la esperanza, la ilusión y ese sentimiento que tanto querías enterrar, renació. Volviste a sentirte con vida, volviste a creer en el amor. Pero ya no era la misma persona, era otra. Y pudiste decir de nuevo, ‘te quiero mi amor’. ¡Cómo es de irónica la vida! Muchas veces nos tropezamos y nos golpeamos tan fuerte que quedamos inconscientes. Pensamos que ya nada tiene sentido, el motor de vida se apaga, te viene el desgano, la rabia, la impotencia, la desilusión y la decepción. Juras no volverte a enamorar. Empiezas a desconfiar, empiezas por jugar y pasarla bien, pero luego la ruleta de la vida te pone a otra persona que te devuelve todo aquello que te quitaron tiempo atrás y el ciclo se repite
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