
Las lagrimas seguian cayendo como cascada de mi rostro aperlado. Mis ojos estaban mas que rojos, casi hinchados. Y aun no sabia cual era la razon por la que lloraba, queria que alguien me explicara porque era que estaba llorando, pero solo se oia el eco de mis quejidos en todo el departamento. Esuche un ruido, como alguien que estuviera corriendo por las escaleras, luego el ruido ceso y despues nada. La puerta color crema de mi departemento se abrio bruscamente y pude divisar a un chico moreno, agitado y tratando de tomar aire para sus pulmones debido a la corrida. Lo mire con el ceño fruncido y sorbi mi nariz inconscientemente. El sonrio y su sonrisa hizo efecto en mi dejando en mi estomago un millon de mariposas recorriendo todo mi sistema. Sonrei por inercia y el me devolvio una aun mas grande, deslumbrandome y dejando atras alguna duda que habia tenido. Se acerco lentamente y tomo un mechon rebelde que tapaba mi frente y lo puso detras de mi oreja, sonrio y seco las lagrimas que segundos atras habia librado.
- Estoy aqui linda, siempre lo he estado, no te preocupes cuidare de ti, es lo que he estado haciendo desde hace tiempo y lo sabes, nunca te dejare.
Te amo y lo eres todo para mi. -dijo sonriendome como siempre lo hacia, esa sonrisa que iluminaba mi mundo negro volviendolo de colores.
Lo bese tiernamente. Sabia que no habia de que preocuparme, el estaba conmigo y nada podria pasarme estando el a mi lado.
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