domingo, 25 de octubre de 2009
Algún día reuniré el valor suficiente. Reuniré la fuerza y el tesón que hoy me falta para sacar lo que llevo dentro. Lo que siento. Lo que (te) siento.
Algún día dejaré de ser el blanco de estas balas de tristeza que amenazan con acabar conmigo. Algún día dejaré de ser la diana de tus dardos. Dejaré de ser aquella lluviosa tarde de domingo. Dejaré de ser la caída interminable.
Algún día descubriré la belleza que emana tu calor. De tu abrazo. Me cansaré de huir y le plantaré cara a este mundo que se encuentra de espaldas al precipicio.
Algún día terminará la expedición que realizo por mi interior y acabaré por descubrirme del todo.
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