lunes, 4 de enero de 2010
y ya no haces nada por lo que creias que valía la pena, te va y te viene lo que te pase por la cabeza, ignoras al mundo y todos te creen enferma.
A tus amigos no les hace gracia tu silencio y la verdad es que lo único que quieres es estar enterrada bajo tierra, a mil kilometros de distancia de la superficie, en donde nadie sea capaz de encontrarte.
Y todo esto ya no te sorprende, eres inmune al dolor, nada te hace daño, tus ojos no se lastiman al sentir tus manos secando las lágrimas porque ni siquiera eres capaz de darte cuenta cuando estas llorando, despúes de todo eso ya forma parte de ti.
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