sábado, 26 de diciembre de 2009
Llegué al punto de auto-convencerme de que ya no me afectás y lo cierto es que ya no lo hacés, porque por fin, por primera vez en mi vida, en esta situación tan cotidiana como cualquier otra: Lo entendí todo. Y no me pregunten por qué hoy, por qué así ni qué es lo que entendí. Simplemente me di cuenta que no da seguir así, por fin. Estoy intentando cambiar yo, cambiar las cosas, no por vos, no por alguien más, sino por mí y por el hecho de que tengo que seguir, y vos seguís caminando por este mundo. Yo intenté todo porque las cosas entre nosotros queden bien, pero vos no lo quisiste así, yo intenté que por respeto o por un mínimo nivel de cariño, debido a todas las que te banqué, me merecía que nos quedáramos en un simple - ¿Cómo estás? ¿Tan difícil es? ¿O tu capacidad para entender las cosas es muy limitada? Porque a fin de cuentas, yo fuí la que te bancó tantos meses, pero parece que las cosas son así, cuando vos me necesitaste, estuve. Ahora que yo necesito sencillamente un saludo para no sentirme tan inexistente a vos, ni te influye mi situación. ¡Con qué facilidad solucionás las cosas! ¡Qué bueno que sos a la hora de cagarte en los demás! No, no sos la persona de la que yo me enamoré un día, es una lástima.
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