sábado, 19 de diciembre de 2009
Ya no encuentro más suspiros, ni cielos, ni infiernos. Mis lágrimas piensan no inundar nunca más la cama. Tomo fuerza, abrazo la guitarra y me incendio, señal de que te estoy olvidando y señal de que mi imagen en el espejo, vuelve a aparecer. Agarro la agenda, arranco la hoja con tu número, rayo las paredes con nuestros nombres. De pronto esos símbolos se tornan el centro de mi resistencia. Tu nombre rasgado, tu olvido en mi bolsillo, el alma que ya no es de cristal. Ya es tiempo de sacarme de tu viento y recorrer sin limites, ya es hora de despedirme de nuestra historia. Me rindo, me rindo por que no me dan más recuerdos y por sobre todo porque yo si te quise, me rindo porque con vos no había ningún camino que me llevara al cielo, nunca mis siete lágrimas llegaron a derramarse junto a las tuyas. Hoy ya no quiero mas extrañarte, sólo quiero romper las cadenas que suelen tener mis ojos a tu retrato, y espero poder lograrlo.
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