miércoles, 23 de diciembre de 2009
Dime que me amas. Dime que estarás conmigo siempre. Dime que me ayudarás en los momentos difíciles. Dime que me necesitas aquí, al lado tuyo. Dime que no puedes vivir sin mí. Dime que quieres verme cada día, cada noche, cada mañana. Dime que compartirás conmigo un amor eterno, que sobrepasara las estrellas, la luna, los planetas y el sol, una vida de entera de felicidad. Dime que quieres que te salve de tu soledad, que te consuele, que te proteja. Dime que formaremos una familia juntos. Dime que alejarás a toda persona que se interponga entre nosotros. Dime que quieres ser mi luz, mi refugio. Dime que estaré a salvo junto a ti. Dime que me darás libertad, un mundo sin oscuridad. Dime que me abrazarás y besarás hasta que el mundo termine. Dime que soñarás conmigo todas las noches. Dime que me guiarás hasta el final. Dime que me harás olvidar todos mis miedos. Dime que me acompañarás, aunque me dirija al fin del mundo. Dime que serás mi amigo, mi compañero, mi todo. Dime que me has traído aquí para que nuestras pasiones se fundan y renazcan. Dime que ya he sucumbido ante ti. Dime que los juegos que hemos jugado hasta ahora terminaron. Dime que me confesarás tus más cálidos secretos. Dime que no falta nada para que seamos uno y las llamas nos consuman al fin. Aunque sea mentira, yo quiero escucharlo. Quiero que de tus labios renazcan palabras de amor y no de locura, que vuelvas a mí una vez más, desde tus tinieblas.
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