miércoles, 23 de diciembre de 2009
Me hiciste reír durante toda la noche. Mientras que chocábamos las copas, sin razones aparentes, ni motivos valederos. El brindis era sólo una excusa, para que salieran carcajadas delirantes e inexplicables. El tiempo corría y la gente se iba. Las mesas volvían ser ocupadas por extraños, y nosotros sin notarlo. Con tus gestos despistados, y palabras sin sentido, me olvidé del mundo, de mi mundo ... Para sólo escuchar tu voz sincera echando mensajes al aire. Fijaste tu mirada en mis ojos, y los míos quisieron seguirte pero se perdieron en algún momento de la noche en algún lugar lejano, sin carril ni dirección concreta, pero queriendo encontrarte de vuelta. ¿Por dónde me había perdido? ¿A donde te habías ido? Tus manías invisibles hicieron que volviera antes que la noche concluyera. Ahí estabas, ahí estaba. Dos personas en un mismo lugar queriendo hablar, ¿qué estarás pensando? ¿Lo mismo que yo? Que ya no existe el pasado, que todavía no existe el futuro y sólo nos queda el hoy.
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