lunes, 21 de diciembre de 2009
Siento que ya no te aguanto. Que cada palabra que me dedicás me hiere más. Se me clavan puñales atravesando mi alma cada vez que me mirás. Observo que ya no te duele dañarme. Te veo fuerte y poderoso ante esta situación que me empequeñece. Vos que te crecés ante el momento más tenso para mí. Te falta valor para mirarme a los ojos y verme llorar. Y no te creo cuando decís que me añorás cuando me alejo de vos. ¡Ya no te aguanto! Quiero odiarte y no puedo. No te aguanto, porque no soporto tus circunstancias. Puedo echarte en cara mucho sufrimiento. Y a su vez, estarte infinitamente agradecida. Pero ahora, ahora quiero que me dejés marchar. Sé que ninguno de los dos se va a olvidar. Y no lo dudes, me dejaste escapar. Ya no estaré para llenar ese vacío. Ahora no está en mis manos ni en mis planes hacerte soñar. Dejemos las cosas como están. Llevate de mí el recuerdo de la nobleza y la bondad. No me quiero enojar, pero no te aguanto más.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario