viernes, 18 de diciembre de 2009
Me he dejado pisar, basurear, usar. He dejado que hicieran lo que quisieron con mi cuerpo, con mi mente y mis deseos. De muchas cosas jamás me recuperaré, otras tantas las olvidaré con el tiempo. Cada una de ellas me ha dejado una marca. Él me pide que use cicatrizante para sacarme las huellas en los brazos: Yo quiero que esas marcas se queden. Las siento unas marcas de mis brazos, los miles de dolores que me trajeron sangre no voy a olvidarlos. No quiero que las marcas se vayan. Se iran con el tiempo, con la posibilidad de olvido, con el aprendizaje. No soy brillante ni la mejor, no soy la mas coherente tampoco. Soy poco, y de lo poco que soy, poco entiendo. Sobrevivo. Sigo viva. Paso por alto lo negativo, lo reprimo, lo guardo en lo mas reconito de mi ser o lo transformo en historias que jamas pasaron. Junto memorias, me aislo, me pierdo. Escribo.
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