lunes, 2 de noviembre de 2009
Cada vez iré sintiendo menos y recordando más,
pero que es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos,
un diccionario de caras y días y perfumes que vuelven como
verbos y los adjetivos en el discurso, adelantándose
solapados a la cosa en sí, al presente puro, entristeciéndonos o
aleccionándonos vicariamente hasta que el propio ser se vuelve vicario,
la cara que mira hacia atrás, abre grandes los ojos,
la verdadera cara se borra poco a poco como en las viejas
fotos y Jano es de golpe cualquiera de nosotros.
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