lunes, 2 de noviembre de 2009
Tiré mi cabeza hacia atrás, miré hacia el techo y suspiré como si quisiera ahogar mi existencia en esa última exalación; Tuve la más profunda experiencia de extásis que jamás había tenido, llegué a ese grado supremo de sensibilidad donde los indicios divinos del arte se funden con la sensualidad apasionada de la emoción confusa que te atormentará de ahora en adelante, y tus deseos desenfrenados siguen volcandose hacia un barranco de contrariedades con las que nunca te habías topado y te preguntas porque te dejaste llevar en ese momento, porque dejaste que ese simple contacto te cambiara de esa forma, pero no hay forma de volver atrás, inevitablemente caiste, my dear.
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