sábado, 27 de febrero de 2010
Como invencible en sus adentros, el señor dolor se puso otro día de pie y salio a caminar otro momento.- Recordó que debía darle un punterazo en el corazón a una chica sexy.- La llamo por el segundo nombre varias veces en la oscuridad y espero a ver que movida haría la sensual criatura después de no saber quien es la voz llamándola tan verazmente.-
Cuando se canso de observar a su nueva hermosura, el señor dolor la atacó y pego en el corazón de la sensualidad vida… “Qué horripilante puede llagar a ser una conciencia intranquila, pero sin duda lo peor de todo es una conciencia que no olvida”.-
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