sábado, 27 de febrero de 2010
Estoy cansada de la gente que habla sin saber, de las personas que creen ser algo que no son, y que piensan resolver aquello que apenas comprenden. No importa la edad para ser una persona madura, ni tampoco la manera que tengas de expresarte. Todo va reflejado en tus actos, en tus pensamientos, no en palabras que no dicen nada. Qué incrédula y falsa que son algunas personas, incapaces de valorar ni si quiera lo parece que les importa. Es increíble el egoísmo que se apodera de algunas, creando una barrera que les impide ver más allá de ellos mismos. Y no seré yo, ni nadie quién les abra los ojos, si no será la vida misma la que les cobrará todas aquellas malas jugadas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario