sábado, 27 de febrero de 2010
Había una vez una chica cuyo mundo era perfecto. Vivía bajo su dulce burbuja de colores, y su sonrisa hacía estremecer a aquel que la mirara. Su mirada irradiaba luz, y su angelical rostro era un paraíso de pura paz. Vestía de manera peculiar y diferente, abstenta de miradas envidiables que lo decían todo. Un día la burbuja estalló, y la delicada princesita resultó extrañada ante aquello que la rodeaba. Todo era indescriptible, nuevo, diferente. Renovadores colores yacían sobre un horizonte, e inspiradores aromas se introducían por su cuerpo. Aquel día comprendió el verdadero significado de la libertad. Aquella extraña y deseada sensación buscada y añorada durante tanto tiempo.. se le presentaba delante de sus propios ojos. Comenzó a andar y andar, perdiéndose por rincones escondidos descubrió todo aquello que había ignorado durante todo este tiempo. Sufrió momentos difíciles, y situaciones duras a las que debió afrontar por sí sóla. Contempló el modo en el que se movía el mundo, y sentía cómo su fuerza se desvanecía a su paso. Buscó y buscó refugio en sus recuerdos, alentando una esperanzadora burbuja capaz de cubrirla contra el dolor que se apoderaba de ella. Pero no la encontró. Su rostro se inundaba de lágrimas, y su desesperación podía minuto a minuto con sus últimas esperanzas. Pero llegó un día, en el que la pequeña encontró un modo en el que evitar aquel sufrimiento, un modo capaz de proporcionarle una vía de escape de aquella realidad atormentadora. Llegó un día en el que abrió los ojos, y parándose frente a sus miedos dió canto a la esperanza. Un día en el que las cosas cambiaron, y sus lágrimas y llantos cesaron. La sonrisa volvió a ella, y comenzó a crecer en su interior una nueva persona. Hoy en día la ignorancia de aquella chica no son más que vagos recuerdos envueltos en una burbuja de sueños. Sueños mantenidos en lo más profundo del corazón, capaz de alentar con tan sólo un suspiro. Un suspiro de posibilidades, de caminos, de metas y objetivos por cumplir; porque cómo dicen la vida es sueño, y los sueños... sueños son.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario