sábado, 27 de febrero de 2010
Estamos rodeados de pura magia, de invisible e innotable magia. Es invisible a nuestros ojos, pero infalible a nuestro corazón. Innotable a nuestro cuerpo, pero poderosa en nuestro pensamiento. El mundo entero está basado en la magia que lo compone, acrecentando cada detalle que perdura en él. Es una especie de extraña sensación, similar pero completamente diferente a lo que se produce cuándo emitimos una sonrisa, inundando el rostro de la felicidad que brota y caracteriza nuestros sentidos. Es la causante de que la esperanza cobre vida propia, una especie de realidad basada en los sueños más subrealistas que residen en cada mínimo deseo por alcanzarlos. Magia son las estrellas que habitan en el cielo, difuminando nuestro habla a su paso y transformándolo en la pasión más pura y profunda. Es una suerte saber que la magia está presente en cada uno de nosotros, pero es una pena que no todo el mundo sea capaz de sentir cómo fortalece tu cuerpo de energética felicidad.
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