
Las cosas cambiaron, cambian y lo seguirán haciendo. Quizá de distinto modo, o quizá no, pero siempre habrá algunas que dejemos de conservar y cualificar como esenciales. Si te paras a pensar es curioso -al menos para mí- la manera en la que te vas (y se va) transformando todo cuánto te rodea. Porsupuesto ésto implica y repercute en mi propia manera de ser, pero por encima de eso, mi manera de ver las cosas. Hay momentos en los que te das cuenta de que el tiempo finaliza y comienza una nueva etapa en tu vida, pero a pesar de ser incapaz de olvidar recuerdos y situaciones, comparten un objetivo común: vivir. Vivir, y disfrutar, porque después de todo la vida queda resumida en efímeras y pasajeras alusiones sobreviviendo en las tardías sombras de nuestros propios sentimientos.
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