lunes, 1 de marzo de 2010
Sinceramente no entiendo a las personas que intentan parecerse a otras, es decir, ser cien por ciento igual a ellas. Cada uno tiene su propia personalidad, y creo que eso es algo fundamental que nos inculcan al nacer. Cada persona posee una identidad única y propia, la cuál permite diferenciarse entre el resto. ¿Qué pasaría si fuéramos todos iguales? No seríamos más que pura unión de persona y costumbres, formados y consumidos por los mismos límites. Si una cosa buena existe, esque siempre tienes algo y alguien nuevo por descubrir, y quién sabe dónde se encuentre, esa mitad capaz de complementarte.
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