No me canso de aprender, de explorar, de buscar soluciones a aquello que siempre creí que no las tuviera. Me crezco momento a momento, haciéndome fuerte y dominando mis pensamientos. Escucho, maduro, camino léntamente, paso a paso, avanzando de poco en poco a través de una cuerda cuyos nudos se consolidan fuertemente. Nudos atados con la fuerza de los deseos que transmiten mis sentidos, que aceleran mis latidos, y que cambian por completo el tiempo. Tiempo que va quedando atrás, con recuerdos, penas, emociones, momentos, felicidad. Leve e irregular felicidad, sentida, temida, deseosa.......ella siempre está. Ayer, hoy, mañana, sólo hace falta ser capaz de encontrarla y atraparla enterrándola en un cofre bajo la llave que únicamente encaja con la verdad que compone el alma.