sábado, 26 de diciembre de 2009


Llegó el momento de decir adiós. Gracias infinitamente a los 3.820 favoritos que me acompañaron y/o leyeron hasta acá. Cabe destacar que conocí personas realmente maravillosas que dedicaron de su tiempo para leer mi historia, y seguramente seguiré en contacto con ellas. Pero hoy, decido cerrar este espacio para concederle a mi vida un borrón y cuenta nueva. Si quieren contactarse conmigo, haganlo al correo que figura en esta página, o a través de mi blog. Éxitos para todos y cada uno de ustedes. Un abrazo.

Siempre dí lo que sientes y haz lo que piensas. Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma. Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más. Si supiera que ésta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente. Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría "te quiero" y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes. Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré. El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo. Mantén a los que amas cerca de tí, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles "lo siento", "perdóname", "por favor", "gracias" y todas las palabras de amor que conoces. Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.

Sigue tu camino, no estas en el mío. Puedo mirar adelante y ya no te veo. Gracias por tu generosa compañía estos años, pero hoy ya se acabó, nada es eterno. Todo se desgasta. Y si no se alimenta, se acaba. Bye bye, muchas gracias.

Cuando llegan los días de racha, no se sabe dónde meterse. Tratas de calmar la angustia con lágrimas días enteros, y eso no basta. Parece que todo y todos se ponen de espaldas a tí. Hasta llegan a darte el gran rechazo. Y vos decís, ¿por qué todo el mundo hoy está enojado conmigo si yo permanezco sentada con mi bronca y no molesto a nadie? Es así, una bien y 20 mal. Hay que permanecer fuerte cuando las aguas no están calmas, mirar adelante y saber que todo pasará pronto y algo mejor vendrá.

Me gustaría que sepas, que aunque mi corazón esté roto en pedazos, te agradezco cada momento, cada beso, cada palabra. Te lo digo clara y cordialmente: GRACIAS. Gracias por hacerme un poquito feliz, ahora es mi turno de hacer feliz a alguien más y espero encontrar (y estoy segura de que en algún momento va a llegar) alguien que me quiera mucho más de lo que vos me quisiste. Te deseo lo mejor y te juro que espero que encuentres a alguien (si es que existe) que te quiera tanto como te quise yo. A pesar del rencor que te guardo (que por cierto no sirve de nada, así que decidí librarme de él) sabés lo mucho que te quise, y aunque aún haya cosas que me siguen lastimando, sabés que espero que seas feliz. Hoy opté alejarme de vos, porque creo que es la salida más sana a esto que me tiene atada. Espero que valores lo que te dí, lo que tuvimos y me recuerdes como algo lindo.


· Te estoy esperando, en cualquier esquina, en cualquier puerto, escrito o no con tu nombre y el mío. Espero. Despacio, sin prisa, espero. Sentada o parada, da lo mismo. Yo espero.

Estoy convencida que la soledad se siente en el hueco del estómago. Se palpa en los asientos vacíos, se oye en el silencio inmutable de una casa desierta, también. Pero principalmente en el estómago; O un poco más arriba quizás. Hay quienes creen que 'en el pecho, cerca de la garganta, ahí debe estar el alma, hecha un ovillo'. Puede que tenga razón, que la soledad sea entonces, un atributo del alma. La soledad. Quizás una palabra, pero encierra tanto. desesperación, sosiego, tristeza (o no, depende, aunque yo creo firmemente que la soledad es tristeza) . La soledad obliga a estar siempre en estado de alerta, a desacostumbrarse del contacto humano, a no saber cómo reaccionar. Soledad traicionera, es un vicio. Porque al principio nos gusta, la paz que se siente al escucharse uno mismo. El poder conversarse y hablarse y reflexionarse. Pero, ¿qué pasa cuando uno se cansa de la soledad? Reconoce que todo lo bueno que tenía era puro espejismo. Da bronca, frustración. Ahí cuando nos golpea en el hueco del estómago, ahí cuando se transforma en un estado del alma, ahí reaccionamos. Pero ella se mantiene firme en nosotros. Y ahí, ahí se cae en la cuenta: No hay forma de salir.

· Ya sé, no era para mí ni yo para él. Ya lo sé, demasiadas diferencias, demasiadas piedras en nuestro corto camino. Pero me queda el recuerdo de las cosas que nos dijimos, de las cosas lindas que no parabas de repetir, de tu mirada sincera, de mis ojos confundidos. No, yo no me olvido, de los mil besos que nos dimos.

Busco un norte en este mar de inquietudes, que golpean mis sienes. Busco los acordes olvidados en un rincón del cerebro, esos que me hacían sonreír. Busco la manera de ganarle de mano al destino solitario que se avecina. Busco respuestas, a mis oídos olvidados en espera de tus preguntas, y a mis ojos lagrimosos que ven como te fuiste de a poquito. Busco saber en qué precisa medida cometí yo las faltas, para no volverme a equivocar. Busco quien aprenda que compartir las penas es mucho más productivo, (ni que hablar de compartir las sonrisas) . Busco quien entienda que no me hacen falta grandes cosas, ni grandes cambios, sólo un poco de estabilidad. Busco entre las costillas los restos del corazón que no te llevaste, y que temeroso se ha escondido y no quiere salir. Busco entre mis carnes los recuerdos de un cuerpo que quise tanto, y que ahora lastimo, sin entender que no es él quien tiene la culpa. Busco quien necesite de mí, y yo a la vez de él, y así intercambiar necesidades y sabernos menos solos. Busco lo que no encuentro, y encuentro lo que no sé cómo tomar. Busco y rebusco donde sé que no obtendré respuesta, y las respuestas aparecen impensadas en otros lugares. Estamos desconectados.

Cuando intentás ser más de lo que sos, sabés que tendría que alcanzar, porque día a día das lo mejor de vos. No seré una excelente hija, no seré la mejor amiga, no me la pasaré rompiendo corazones, ganando hombres, pero tengo seguridad en mi misma y sé que puedo enfrentar cada problema que se me presente, y sé que pase lo que pasé voy a seguir en pie. A veces las cosas se complican, sientes que el mundo cae y que vos caes con él, no podés hacer nada para cambiar la situcación, tocás fondo. Podés tener una gran familia, las más atentas amigas, incluso podés tener a tu alrededor hasta aquel que te dice que te ama y que va a cuidar siempre de vos. Sin embargo nadie lo nota, estás sola, todos te conocen y nadie entiende, nadie ve, nadie escucha por mucho que grites, y no hay nadie que te comprenda por mucho que lo intente. Cómo seguir jugando el papel, ser a cada momento la chica aplicada, inteligente, responsable, divertida, segura, aquella que por donde se la vea mostraba aquel misterioso esplendor. Seguí, seguí, seguí, más por acá, más por allá; Por todos lados piden más, y no alcanzás, no llegás y no podés seguir así.

· Y soy de esas de las que si dejan que alguien se vuelva importante en su vida, van a dar todo por esa persona y a entregarle su corazón entero, y a pesar de las veces en que me decepcionaron, soy de las que siguen esperando con la fe en que algún día aparezca alguien con quien reír, en quien confiar. Alguien que nunca pero nunca me deje sola. Pero se tornó difícil encontrar alguien así de adecuado en estos días.

Cuántos olvidé y cuántos olvidaré a lo largo de mi vida. No creo haber amado mucho pero sí con mucha intensidad. Amé de más, también de menos, quise sin esperar, quise esperando, quise al vacío, quise y derribé muros, quise y me encontré con más, quise y soy parte de aquellas personas a las que quise, quise y no me olvidarán.

Quizás no sea muy importante en la vida de nadie, pero hay algo que me juega a favor, puedo parecer cualquier otra, pero soy incomparable. Y cuando menos lo esperes, cuando estés con otra,cuando ni notes lo insignificante que para vos yo fuí en tu vida, cuando estés en tu casa solo, cuando estés intentando dormir, cuando te pongas a pensar, cuando estés aburrido, te vas a acordar de mí y desde ese momento, no vas a poder dejar de pensar. Y vas a enloquecer, te vas a sorprender recordándome a cada segundo, y vas a querer, volverme a ver.

Muchas veces las vueltas de la vida son incomprensibles y dolorosas, pensás que no podés mantener el control de vos misma y tocás fondo, aún así, creo en el "todo sucede por alguna razón", por eso mismo es que me levanto con la fe en que algún día van a dejar de decepcionarme, y es lo que vos deberias hacer. Porque aunque se necesite mucho tiempo para poder entender el por qué de las cosas y la mayoría de las veces me pregunté, ¿por qué a mí? Creo en que todas las cosas malas que puedan suceder traen consigo cosas maravillosas por las que vale la pena llorar un poco.

Llegué al punto de auto-convencerme de que ya no me afectás y lo cierto es que ya no lo hacés, porque por fin, por primera vez en mi vida, en esta situación tan cotidiana como cualquier otra: Lo entendí todo. Y no me pregunten por qué hoy, por qué así ni qué es lo que entendí. Simplemente me di cuenta que no da seguir así, por fin. Estoy intentando cambiar yo, cambiar las cosas, no por vos, no por alguien más, sino por mí y por el hecho de que tengo que seguir, y vos seguís caminando por este mundo. Yo intenté todo porque las cosas entre nosotros queden bien, pero vos no lo quisiste así, yo intenté que por respeto o por un mínimo nivel de cariño, debido a todas las que te banqué, me merecía que nos quedáramos en un simple - ¿Cómo estás? ¿Tan difícil es? ¿O tu capacidad para entender las cosas es muy limitada? Porque a fin de cuentas, yo fuí la que te bancó tantos meses, pero parece que las cosas son así, cuando vos me necesitaste, estuve. Ahora que yo necesito sencillamente un saludo para no sentirme tan inexistente a vos, ni te influye mi situación. ¡Con qué facilidad solucionás las cosas! ¡Qué bueno que sos a la hora de cagarte en los demás! No, no sos la persona de la que yo me enamoré un día, es una lástima.

Preferiría dejarte y olvidarte por completo, es más, aceptaría que se borren todos mis recuerdos, para así empezar de cero y no seguir sufriendo por todo esto.

No voy a decir que no quiero saber más de vos, sabés que necesito saber con quien andás, o a dónde vas, pero sí te digo que no tengo en mente seguir detrás de vos toda una vida, no fuiste lo que creí que serías. Quizás pensé que podías aprender a querer sin excepciones, veo una vez más que todos nos equivocamos. Hoy, quiero desearte lo mejor. Quiero que sepas que no me arrepiento de nada o tal vez sí, quiero que sepas que sí fue querer, que te quise como quizás no vuelva a querer en un buen tiempo, pero que como buena historia, tuvo que llegar a su final. Quiero que entiendas que aún te necesito, pero que voy a pasar la hoja, que intentaré pisar el pasado, que prometo perdonar y olvidar, por respeto a quien hoy busca verme feliz y de echo me hace feliz . Siempre te voy a recordar por ayudarme, tal vez sin querer, a vencer mis miedos. Gracias, además, por enseñarme a confiar más en mí misma, la gente miente, todos buscan lo mas fácil, incluso vos. Vos sabés como son las cosas, me conocés y no es tu culpa. Y aunque quizás debería, mentiría al decir que te olvidé. Gracias, y aunque hubieron mil decepciones de por medio. Yo sí logré quererte.

· Algo me impide volar. Es el peso que llevo en estas alas, de tu recuerdo y mi nostalgia, del miedo de volver a empezar

No existe, por más que me haya creido que sí, una medida que me permita entender tus reacciones. ¡Tus palabras dependen tan poco de cualquier cosa que te diga! Parece que fluctuaran según como se las va llevando el viento. Qué lástima que te encuentres a un par de estaciones de mis pretenciones, qué lástima que no supimos hacer coordinar, los deseos desencontrados. Qué lástima que no se pudo empezar, aquello que simulaba prometedor. Y notarás que no es tristeza, no. Es lástima. Ni siquiera llegué a ser feliz a tu lado, como para sentirme triste. Es ' el que hubiese pasado si ... ' lo que ahora me desvela. Ahora, es un decir. ¿No es que somos amigos? Amigos. Que palabra tan ambigua. ¿Y sabés qué? No me llena.

· Ganas de encontrarte en otro cuerpo. Miedo a que seas igual. Ganas de besarte. Miedo a que me mires mal. Ganas de abrazarte, mimarte, acariciarte. Miedo a contagiarme de tu frialdad. Ganas de dejar todo por vos. Miedo a que quieras dejarme por todo. Ganas de probar una vez más. Miedo a cometer el mismo error y no levantarme jamás. Ganas de que veas a través de mis ojos. Miedo a que te reflejes en ellos.

Te esperaré, sé que estás ahí, lo presiento, y aunque te busco y no te encuentro, sé que existes más allá, donde aún no he llegado; este amor tan intenso que guardo debe tener destinatario, me niego a desechar ese anhelo que llena mis días, que desvela mis noches; te imagino cerca o lejos, expectante y perdido, sin hallarme ni en el espacio ni en el tiempo, y te envío mi enclave con el viento en suspiro. Sé que no me escuchas, pero puede que me sientas como yo te siento. En qué dirección lanzar a la brisa mi llamada, por si la oyes. A veces, frente al mar, te percibo en las olas y en las caracolas que la marea remansa en calma orilla tras noche de galerna, y ese batir de espuma en los acantilados me trae tu voz que clama por ser mi sal y mi arena, verbo que recala en la gruta de mi pena. Te respondo en grito de silencio, se devuelve el eco rebotado en eterno resonarse, y oteo el horizonte, mi mirada navegando mar adentro; aterido está mi corazón sin tu presencia, los ojos secos de tanto llorarte; pero resistiré los embates de mi infierno, sobreviviré a ausencias y lamentos hasta que los dioses de nosotros se apiaden o hasta que el azar nos redima nuestro duelo. Nunca será tarde, amor, para tocar el cielo.

A menudo me entrego al dulce placer de no sentir la vida. A veces escribo y a veces borro lo escrito. A veces borro mis palabras escritas porque intento borrarme a mi misma. A veces me niego la posibilidad de encontrarme. A veces simplemente no quiero buscarme, y comienzo a descender por una locura progresiva, donde el silencio me invade y la conciencia me espía.

Sufriendo por una herida abierta, conociendo el destino y aún esperando el milagro. Un cambio radical que nunca surgirá, la inocencia de esperar que el tiempo solucione lo irreparable. Acá me encuentro en el mismo lugar donde me dejaste alguna vez, con mis pensamientos puestos en vos, y los tuyos quien sabe. Quieta y en silencio. Añorar, buscar, desear, llorar y por fin desesperar. ¿Quién podrá contarte que aquí me encuentro igual que siempre y peor que nunca? ¿Quién se conmoverá con mis letras y las transformará en un pedido de ayuda? Si de alguna manera supieras que no pude expresar lo que ahora mismo no te puedo dar.

jueves, 24 de diciembre de 2009


Yo sé que el tiempo que estamos lejos nos sirve para saber si queremos seguir juntos, ¿por qué será que te extraño cuando estás lejos?, y cuando estás, vuelco todo ese dolor de extrañarte tanto. No sé si es amor esto, o una simple obsesión de esas que atrae la confusión.

Yo acá estoy esperando a nadie, mi corazón desde que trató con el tuyo cerró las puertas a un nuevo amor, y aunque lo ayudo, lo aconsejo y lo intento, no hay forma de que pueda abrir esa puerta, no siento motivos ni interes ni ganas de meter a alguien más en mi vida, esta vez no funciona el método viejo "un clavo saca otro". Cuando aquella persona no fue demasiado importante lo podrás hacer, y ahi te darás cuenta que el anterior fue. Pero no es fácil cuando se trata de alguien que fue y es importante. Cuando sentís su presencia y querés a todos lejos, cuando lo mirás a los ojos y sentís que tiene algo para decir, cuando te sonríe y te saluda y se va. Y desaparece en ese montón. Cuando tratás de hacer la tuya, y permanecés lejos de él, pero en la mente tenés su nombre, cuando hablás con algún chico y estás pensando en él, y desatendiendo la conversación. No quiero ponerle fin a esta historia, creo que permaneceré distante a tu presencia pero volveré. Porque ambos nos merecemos una despedida, o quizás una bienvenida. Quizás en este tiempo podamos aclarar lo que por dentro pasó y pasa y así empezar o terminar, seguir o reecomenzar algo nuevo. Y me queda soñar con ese encuentro y soñar y cuestionarme las tantas cosas que me gustaría que me digas. Y sólo abrazarte, no pido más.

Hoy no quiero que seas lo que siempre imaginé. No quiero que aparezcas, justo cuando más lo necesito. Hoy quiero sorpresas. Hoy no quiero la promesa, de mil primaveras a mi lado ni quiero que me jures, que vas a quedarte conmigo. Me basta con que estés hoy, me basta con que duermas hoy conmigo. Hoy no quiero ni la certeza de que no habrá abandonos. No me importan ni tu pasado, ni tus incertidumbres. Hoy es tiempo de ponerle ladrillos a nuestro muro. Hoy es tiempo infinito, hoy es tiempo que reinventamos juntos, hoy es hora de caminar a la par. Me basta, creeme que (por ahora) me basta, con que duermas hoy conmigo.

Hoy me juego por lo que quiero, si el tiempo me abofetea diciendo fue en vano sé que me queda de consuelo que me jugué hasta lo último y prefiero perder habiendo intentado, antes que perder sin siquiera hacerlo.

Que difícil se hace dar por terminado algo que no queremos y que sabemos que seguir nos daña y terminaríamos destruídos. ¿Por qué todo se vuelve tolerante con el otro, cuando pueden las actitudes peores fluírte de manera sutil? ¿Por qué escucho palabras y se escapan y olvido lo que me convendría recordar? Pero en fin, mirar hacia atrás en el tiempo me hizo dar cuenta de que hay algo más, sentí que el primer encuentro fue algo mágico que ya no está, que pena de verdad que hayas matado mi ilusión. Que hayas acabado con mi sonrisa y brillos en los ojos, que hayas acabado con mi buen humor y con esas ganas locas de verte. Hoy siento que todo lo contrario acude a mí, que volvió el dolor, llegó la decepción, pero es así. Mi amor no te sirve de nada, en tu viaje me siento de más. Por favor no te olvides de nada, siempre es buena una historia de amor. Sé que a veces miras una estrella y sabes que ella tiene razón, ojalá se te vuele la niebla para encontrar tu corazón.

Sé que hoy existo y todo el dolor causado hacia mí, la vida lo recompensará más adelante, porque hay que sufrir para cantar victoria. Las cosas no llegan solas, hay que esforzarse, buscar, y seguir, intentar, caer, levantarse y volver a intentar. Cuánto más difícil es nuestro objetivo, es cuando más valor tiene nuestro logro.

Miles de veces quise partir de esta situación sin nombre. Mi vida me está quedando chica y en mi corazón ya no cabe ni un desamor más. Será que tengo que pasar al segundo nivel o dejar que todo suceda. Muchas preguntas sin respuestas. Muchas respuestas que no quiero escuchar. Siempre me sentí vulgar al lado tuyo. Siempre destruías todo lo que decía, y yo estaba tan segura de tener la razón y hacías que cambie la opinión para el lado que a vos te convenga. Siempre humillándome cuando te regalé un te quiero, no sos quién para decir si siento o no lo que sentía. Me lo negabas, decías que era pronto para sentirlo. Los sentimientos no tienen tiempo, el sentimiento se construye de hechos. ¿Por qué puedo encontrar una justificación y respuesta a todo tan tarde?, cuando ya no te tengo enfrente cuando ya no tengo oportunidad. Me hiciste confundir, todo el tiempo lo hiciste y no dejaste expresarme. Antes pensaba que expresar un sentimiento que tenga que ver con amor era ridículo, que quizás el otro podía tomarlo a mal o burlarse, pero esto es al revés, hay que reír de aquel que es incapaz de expresar lo que siente. Algunos por miedo, sea lo que sea, aprendí que expresarte es limpiarte el alma. No quedarse con nada guardado. Limpiemos el alma.

¿Qué valen la pena? Y, claro. Todos los problemas que te aparecen instantáneamente después de decir que SI, valen la pena. Una va a decir que SI, y sabe lo que le viene junto al SI: Los males entendidos, las escenitas de celos, los caprichos, las críticas. Y dice SI aún sabiendo que todo esto siempre pasa, dice SI sabiendo que va a enamorarse, que va a volver a sufrir, que en el amor siempre alguien termina peor que el otro, que los miedos, que la confianza, que si me deja, que si me ilusiona y termino sola, que me gusta más/que me gusta menos, que no me entiende, que me llama mucho, o no me llama nunca, que me hago la cabeza si sale solo: ¡TANTOS PROBLEMAS! El amor es así, va acompañado por la agridulce sensación de constante felicidad y tristezas, y si es verdadero, si es amor real, más instenso es todavía. Pero sin embargo, a pesar de todos estos problemas, todos terminamos apostando al amor y decimos SI y sabemos que nos vamos a llenar de problemas, pero hermosos problemas. ¿Qué valen la pena? Y, claro. Porque los problemas, no abarcan ni una pequeña parte de lo que él nos hace sentir. Pues claro que valen la pena.

Miles de personas cruzarán por tu vida, muchas se llevarán trozos de tu corazón, otras dejarán algo para construírte el alma. Lo más difícil es lo que más valor tiene, por eso siempre cuesta lo que uno cree inalcanzable. Era sabido que no funcionaría, y ahora llegó el momento del adiós, se me hace difícil, no pensé nunca que tanto me iba a costar con tan poco tiempo compartido. Esto me hace ver que no perdimos el tiempo y supimos aprovechar cada minuto. Es triste pero debo decirte adiós, un adiós sin retorno. Este amor tiene mucho de orgullo y miedo, en lo moral.

El tiempo pasa sin pensar, voy (vamos) creciendo. Cambios físicos, mentales. Típicos. Mirándonos al espejo, notamos como nuestro rostro ya no es el mismo de hace unos años atrás, mientras te mirás se reflejan miles de recuerdos de momentos lindos y sonreís. Sonreís y sonreís de vos misma. Y el tiempo pasa, y él no piensa en nosotros, así que vivir el presente. Vivir el día a día, disfrutar lo bueno que nos está pasando intensamente, es lo mejor. Si estás pasando por momentos no agradables, cerrá los ojos y pensá que quizás mañana te despertarás y ese problema no estará, y si no lo es mañana, será pasado. Es obvio, lo lindo pasa rápido y lo triste parece que se quedara y nunca se quiere ir. Pero se irá.

Hoy me he decidido con decisión ponerle a este caso de nunca cerrar un fin, y este no es un final feliz, porque los finales felices no existen. Si las cosas se dieron así no fue porque yo quise, si no supiste valorar lo que tenias, te descuidaste, hoy ya no hay tiempo de lamentos y arrepentimientos, tampoco te rotules como una basura, no te tortures diciéndote que sos una mala persona por haberme visto partir sin decir adiós. No te lastimes, si eso es lo que quisiste en algún tiempo, verme ir, sabiendo que no lo iba a hacer, ahora corres a buscar amor en otros brazos que ya probaste, corre rápido antes de que ella se de cuenta de que con vos el amor sincero no existe hasta que madures y pises el suelo. Este fin lo había puesto en varias oportunidades, pero siempre el hilito de esperanza que me unía a vos, la soledad, la falta de amor me hacía (hace) volver, y volviendo me alejaba de vos con algo extraño en el pecho, algo que no se explica si era dolor o qué, pero era desilusión, sentía que volver no era lo mejor, que esta vez tampoco iba a lograr tener tu querer, y hoy le doy el fin; Te digo que me cuesta, pero para qué volver, si sólo saldré yo herida, la que se tiene que prohibir de cosas, la que tiene que ver como la sombra del engaño se pasea por al lado y yo no puedo decir nada.

No vas a encontrar lo que querés, porque el problema sos vos, porque no estamos hechos el uno para el otro y porque no nos merecemos. Porque yo no soy suficiente, soy demasiado, para un hombre como vos. Por eso sólo te pido algo, que cualquier hombre es capaz de hacer, hacelo por mí. No me olvides.

Son varios los príncipes postulados pero ninguno me promete amor sincero, he probado bocas como la manzana prohibida, sintiendo la culpa después de terminar sabiendo que mi corazón quizás olvide el dolor y aparezca un nuevo amor. Hoy son varios, pero me siento sola. Muchos pueden brindarme una hora de su vida, pero nada es seguro y es ahí cuando en un momento de soledad me doy cuenta que realmente estoy sola y me pierdo en el delirio, la ciudad gris se tiñe negra, llegada la noche mis ojos sufren de insomnio. Si es sábado olvidaremos con alcohol lo que pasó, pero entrado el domingo no tengo escapatoria.

Supongo que a veces resulta tarde para decirle a alguien cuánto significó, pero peor es que este alguien nunca logre saberlo. Normalmente el tiempo nos juega muy malas pasadas. No busques otra vez destruir mi vida con tus crímenes perfectos, sólo tómalo como me hubiera gustado que termine, si es que un final era necesario. Gracias por sonreír, no tienes idea de lo que para mí valía (vale) una sonrisa tuya. Mi favorita, y si yo no puedo cambiarlo, menos creo que vos lo puedas hacer. Gracias por darme razones para seguir despertando día a día, por tu tiempo, por las respuestas que diste a mis dudas, por tus explicaciones, por las palabras, por el silencio, por las canciones que me seguirán como la sombra de tu recuerdo, por entenderme, por escucharme, por simplemente estar ahí y saber que contaba con vos en todas, por tratar de ser quien hoy ya eres, por las ganas de querer ser lo que tal vez quedó en un simple anhelo, porque me hiciste feliz.

Esto es lo que queda de mí después de vos. Una imagen sin reflejo ante el espejo, una voz sin eco, mi silencio rebotando en cada rincón. Mis manos intangibles a todo menos a tu ausencia, al espacio que dejaste vacío a mi lado; mi cuerpo casi roto de tanto dolor. Y mis ojos, que ya perdieron su color. Lo que queda de mí después de vos. Casi nada, pero todos tus recuerdos, todas tus imágenes no se quieren ir. La mitad de mis sueños ahora desilusionados, la mitad de mis ganas casi desganadas, la mitad de mi vida ahora casi muerta. Y mi corazón que fue arrancado de mi cuerpo el día que dijiste adiós. Esto es lo que queda de mí después de vos. Miles de palabras guardadas en un cajón. Cuántos recuerdos para recordarte, para sufrirte, para llorarte. Cuántas lágrimas que se pudren sin secarse. Será que tengo el resto de mi vida para extrañarte. Esto es lo que queda de mí. El espejo que ya no me refleja, mis manos sin tus huellas, las veces que en tus sueños me escondí. Lo que queda de mí después de vos. Una vida absurda que sin rastros te busca, una esperanza desesperanzada que sigue por seguir, un día sin nada de especial porque ya no te tengo y el peso inmenso de tus recuerdos que satura mi fuerza, que alimenta mi llanto y ahora, quererte duele tanto. Lo que queda de mí después de vos. Miles de sueños ahogados en un mar de abandono, deseos de esperarte sabiendo que no volverás. Mi boca te nombra para no olvidarte, mis lágrimas caen sin secarse, mis ojos te buscan por todas partes y mi vida reclama tu presencia desde que no estás. Lo que queda de mí después de vos. Algo que nadie entenderá, tan sólo yo.


· Llegar al punto de autonconvencerme que con vos no lo viví todo, que hay más, que puedo ser feliz y que debo encontrar en otros, lo que vos no me suspiste dar. Aunque esa experiencia me haya marcado para siempre. El amor perfecto deja huella, y el tuyo había sido perfecto.

Me niego a aceptar el hecho de que ya no valga la pena seguir creyendo que en algún momento vamos a estar juntos. Es inevitable mirarte y sentir que por algún motivo todavia estoy acá. No parece agotarse el vino de tu copa, no parece que en algún momento de la noche hubiera estado vacía. Puedo fingir que no siento nada cuando mi piel se agrieta y la carne al descubierto comienza a arder. Puedo tapar mis oídos, pero de verdad quiero escucharte. Quiero sentir como al susurrar en mis oídos, lentamente el aire que sale de tu boca acompañando tus palabras acaricia uno a uno de mis cabellos. Prefiero verte entregándole tu vida, a sacarte de la mía para siempre. Prefiero ver como acercas tus labios a los suyos y cumplís mi sueño, a convencerme de que es inútil seguir peleando por vos. Puedo tener muchas facetas, tengo millones de historias, pero, con vos no puedo ser nadie más que yo. Puedo sonreir mientras veo que la abrazas con fuerza, pero sólo yo sé cuánto es lo que anhelo que me dediques un abrazo así en este momento. Más que nada en este momento. Puedo sentirme despreciable al fingir que estoy bien, mientras por dentro me siento sola, pero nunca es suficiente si se trata de vos. Podría haber ahorrado una vida de tristezas y de incoherencias si desde un principio te hubiera ignorado, sino te hubiera conocido. No, no. Las cosas nunca hubieran salido mejor, nunca es suficiente si se trata de tenerte, nunca es suficiente si se trata de vos.

Esta melancolía que llega y nunca se va, siento un nudo en mi garganta; y me pregunto otra vez, ¿por qué siempre las mismas historias con el mismo final? ¿Nadie piensa en mí? ¿Nadie piensa que puedo lastimarme, que tengo sentimientos? Se me acercan esa clase de hombres que nadie quisiera a la hora de enamorarse. Siempre soy la estúpida de la tira, la que aunque hayan golpeado mil veces los golpes del amor, todavía tiene esperanzas. Anoche te ví sin querer frente a mí. Estabas con una chica. Disimulé, te miré, y me repetía: Tanto dolor tuve por vos, tantas lágrimas desperdiciadas. Fue un sentimiento en vano el mío. Y a vos nada te importó, fuí tonta de ahí en más. Sólo pido a mi destino que me haga más fácil las cosas, que no me haga más esto, si ya pasé muchas veces por lo mismo, ¿por qué tener que revivirlos tantas veces? Que llegue la eterna soledad a mí, y que llegue el eterno desinterés hacia el amor a mí. No quiero verme más sufrir, no quiero verme más llorar, no quiero verme más caer. No quiero mirarme al espejo y ver que mi mirada triste nunca se va.

Vencida. Una vez más, caída hasta la punta de tus pies. Desde allí veo tu inmensidad y me doy cuenta que tu amor fue siempre amor propio. Aquí estoy, como querías verme. Desolada, con mi corazón en las manos, con mis ilusiones rotas, con mi estima por debajo del suelo que vos pisás. Quebrada. Otra vez, agonizando recuerdos de los dos. Sin más sonrisas que regalar. Creí que te llevarías todas tus cosas de aquí. Pero volviste para llevarte el resto de mí. El trato nunca fue que te robes mi felicidad. Desgastada. Fue mi culpa darte más de lo que te merecés. Sigo allí, en la punta de tus pies. Y cada vez que levanto la mirada, veo que no me reconocés. Tus ojos esquivos, tu piel aún más fría, empiezo a dejar de conocerte. Estás tan distinto a lo que nunca fuiste. Y vuelvo a castigarme, que fue mi error darte tanto amor. Me levanto después de unos segundos, y ahora nuestras miradas se encuentran. Ya no estoy tan debajo tuyo, ni de tu adiós, ni de este presente. Pero esta mirada ya no brilla con tu rostro. Puedo decir que finalmente, me desprendí. Y te dejé ir. Y con esta sonrisa en mis labios. Ya no te quise seguir.

Otra vez. Sí, otra vez en la misma situación, otra vez con el mismo malestar de tiempos atrás, otra vez con la misma tristeza, otra vez con la rutina, otra vez con lo mismo, algo que al ver que haces mal piensas que como ya te ha pasado, no volverá a pasar ya que para la próxima vez creerás haber aprendido la lección, pero está claro que en el corazón nadie manda, ni siquiera su propio dueño.


No sé, me pregunto mil veces que me pasa y no tengo explicación, sólo creo en terminar algo que empecé, por que hoy siento que lo empecé yo sola, que estoy caminando por un túnel sin salida, o por una salida que no quise admitir desde el principio, por algo que nunca ví, pero que me haces sentir cada vez que estamos juntos, sólo necesito valorarme, quererme y aprender, porque todavía soy una niña que no vivió tantos momentos y situaciones como parece, que no sabe que en la vida [b]no es todo color de rosa como en algunos libros, que hay que luchar por lo que uno quiere, pero también hay que saber decir que NO en algunas situaciones que se nos presentan. Hoy me siento vacía, necesito escuchar decir que me quieres o que en algún momento me quisiste, pero al escucharte y al mirarte sé que no es así, sé que no es lo que parece, aparentamos estar bien, pero nos estamos destruyendo juntos, pero me estoy destruyendo junto a tí. Luché por lo que sentía y siento, hoy ya no me quedan fuerzas, hoy ya no puedo más. Hoy comprendí, sin pensar, sin saber que es lo que quiero, que tengo que dejarte, creo que nunca te tuve, siento que nunca te tuve, que te compartí, porque así lo quise, porque así se dió, pero hoy ya no aguanto, hoy tengo tantas cosas que decirte que no sé como empezar, pero me pregunto: ¿Por qué?, y no tengo la respuesta. Sólo sé que anoche, me dí cuenta de lo poco que significo yo en tu vida, tal vez me esté equivocando como tal vez no, pero también me dí cuenta de lo mucho que significo para las personas que verdaderamente me quieren y me rodean. Estás y estuviste en momentos difíciles de mi vida, pero no en los que en verdad te necesité, en los que quise que solo estuvieras a mi lado y me encontré con una silla vacía. Vacía como lo estoy yo, me robaste, o mejor dicho te dí muchas cosas, que para mí son importantes, no me arrepiento de eso, pero descuide a personas que hoy y siempre desde que nací estuvieron a mi lado, enseñándome a caminar, a levantarme en cada caída, en cada golpe, acompañándome en mis días oscuros, en mis noches sin luna, esa luna que quisimos ver juntos pero que nunca salió para nosotros, porque comprendía, porque ella sí sabia que tengo que guardar ese momento para esa persona que realmente me valore y que mire por mis ojos lo mismo que yo encuentro en ella. Esa persona que no necesite decirle que necesito de su abrazo, que tan sólo con mirarme se dé cuenta de lo que me pasa, que estoy mal, que quiero compartir esas charlas interminables, esas noches en las que contemplemos juntos las estrellas, noches de ensueños, de locuras, de locuras por amor. Pero este sentimiento hoy no es correspondido, por eso decidí guardarlo, recordarlo, o simplemente tratar de olvidarlo, siempre estarás presente en mi vida, cada persona que pasó por ella dejó marcas que nadie podrá quitar y que tampoco deseo quitar. Por eso hoy te digo “adiós”, o hasta pronto, porque no pierdo la esperanza de que algún día me quisieras como yo te quise a vos.

· Y me conforma saber, que sí, que lo sentí, que vos sos la persona de mi vida, te vuelva a ver o no, pase algo entre nosotros, o nunca pase nada, vos sos para mí, y yo soy para vos, y toda la vida va a ser así, por más que pases por mil chicas, por más que te cases, te divorcies. Por más que nunca te acuerdes de mí, sólo a mí me perteneces, porque yo te pertenezco a vos

Sos un adiós. Nada más. ¿Nada más? No sos nadie pero sos todos. Todas mis frustraciones juntas, en vos se resume todo lo que no puedo resolver. Sos un adiós, un hasta nunca y hasta otra vez. No puedo, hoy creeme que no puedo. Nada más ... ¡Si tan sólo compartieras mi tiempo! Si tan sólo entendieras ... Si. El condicional es tan relativo. Tan relativo, como mis lágrimas hoy. Tan relativo, como vos diciéndome hasta pronto. Relativo. El tiempo es relativo. Por eso no sos nada y sos todos. Por eso, desestructurás

· Y lloro, más que nada de lástima, lástima de mi misma, de verme así de destruída, de sentirme tan poca cosa sin vos; lloro de bronca, por no poder despegarte de mis días, por no poder hacerte a un lado y hacer de mi vida eso que tanto disfrutaba.

Hoy no presto tus besos, tus abrazos, tus sonrisas. Le prohíbo a la gente que te vea, porque hoy te guardo sólo para mí. Así, así este egoísmo crece todos los días, ya ves como siento curiosidad, de cada extremidad y tu completa anatomía, aunque sea uno de mis pretextos favoritos, por más que te conozca y reconozca del todo. Siento curiosidad por vivir una vida sin esta obsesión, sin mi tema predilecto, sin ese silencio que perturba, que te regala situaciones límites, y aún así, quererte de esta forma; de mil maneras y a mi manera, me lleva una y otra vez al fracaso.

Y otra vez volví a caer, en una trampa de mentiras. Falacia de creer, en la sola posibilidad de cambio. Hay cosas que se mantienen como están. Y otra vez el mundo dejó de ser mío, las lágrimas interminables, se ahogaron en mis ojos. A gritos pidiendo ayuda. ¿Ayuda para qué? Si ya no hay tiempo que valga la pena; Si siempre, pero siempre voy a terminar de la misma manera. Y otra vez resurgen los reproches, se destapan los velos, y ahí estoy. Al desnudo y sin máscaras con la debilidad a flor de piel, y la conciencia marchita. Y otra vez, otra vez, envuelta en las redes de la mentira, tratando en vano de escapar.

· ¿Cómo hago para romper tu burbuja, así caes a mi lado? ¿Para que entiendas lo mucho que te extraño? El mundo es tan inmenso. Seríamos dos en la infinidad. Si tan sólo te dejaras querer.

Despues de ti no hay nada MAS

Despues de ti no hay nada MAS

Cuando pienso que el mundo es frio, triste y cruel, aparece alguien como vos y arruina todo GRACIAS!

Empezaron a atormentarme una serie de reflexiones que no se me habian ocurrido antes

Empezaron a atormentarme una serie de reflexiones que no se me habian ocurrido antes
no sabia que me proponia a herirlo tan despiadadamente

Esta actitud puede parecer una locura, pero se verá hasta que punto estuvo justificada...

Esta actitud puede parecer una locura, pero se verá hasta que punto estuvo justificada...
Tambien el parecia estar solo

No pasa nada, estoy mas normal que nunca y SIEMPRE escucho esta cancion

No pasa nada, estoy mas normal que nunca y  SIEMPRE escucho esta cancion
El amor es como las plantas, necesita agua, luz, y muchos cuidados

Hablas y no te escuchas, deberias aprender que esto no se basa de pretextos

Hablas y no te escuchas, deberias aprender que esto no se basa de pretextos
Es que no existe modo de perderme en tus silencios cuando callas ese te quiero

Y llegaste tu y me has inundado mi alma de tranquilidad

Y llegaste tu y me has inundado mi alma de tranquilidad
Me has llenado el corazon de vida

Si te sientes perdido con tus ojos no has de ver, hazlo con tu alma y encontraras la calma

Si te sientes perdido con tus ojos no has de ver, hazlo con tu alma y encontraras la calma
Siento del viento celos por acariciar tu cara cada mañana