jueves, 24 de diciembre de 2009


Yo sé que el tiempo que estamos lejos nos sirve para saber si queremos seguir juntos, ¿por qué será que te extraño cuando estás lejos?, y cuando estás, vuelco todo ese dolor de extrañarte tanto. No sé si es amor esto, o una simple obsesión de esas que atrae la confusión.

Yo acá estoy esperando a nadie, mi corazón desde que trató con el tuyo cerró las puertas a un nuevo amor, y aunque lo ayudo, lo aconsejo y lo intento, no hay forma de que pueda abrir esa puerta, no siento motivos ni interes ni ganas de meter a alguien más en mi vida, esta vez no funciona el método viejo "un clavo saca otro". Cuando aquella persona no fue demasiado importante lo podrás hacer, y ahi te darás cuenta que el anterior fue. Pero no es fácil cuando se trata de alguien que fue y es importante. Cuando sentís su presencia y querés a todos lejos, cuando lo mirás a los ojos y sentís que tiene algo para decir, cuando te sonríe y te saluda y se va. Y desaparece en ese montón. Cuando tratás de hacer la tuya, y permanecés lejos de él, pero en la mente tenés su nombre, cuando hablás con algún chico y estás pensando en él, y desatendiendo la conversación. No quiero ponerle fin a esta historia, creo que permaneceré distante a tu presencia pero volveré. Porque ambos nos merecemos una despedida, o quizás una bienvenida. Quizás en este tiempo podamos aclarar lo que por dentro pasó y pasa y así empezar o terminar, seguir o reecomenzar algo nuevo. Y me queda soñar con ese encuentro y soñar y cuestionarme las tantas cosas que me gustaría que me digas. Y sólo abrazarte, no pido más.

Hoy no quiero que seas lo que siempre imaginé. No quiero que aparezcas, justo cuando más lo necesito. Hoy quiero sorpresas. Hoy no quiero la promesa, de mil primaveras a mi lado ni quiero que me jures, que vas a quedarte conmigo. Me basta con que estés hoy, me basta con que duermas hoy conmigo. Hoy no quiero ni la certeza de que no habrá abandonos. No me importan ni tu pasado, ni tus incertidumbres. Hoy es tiempo de ponerle ladrillos a nuestro muro. Hoy es tiempo infinito, hoy es tiempo que reinventamos juntos, hoy es hora de caminar a la par. Me basta, creeme que (por ahora) me basta, con que duermas hoy conmigo.

Hoy me juego por lo que quiero, si el tiempo me abofetea diciendo fue en vano sé que me queda de consuelo que me jugué hasta lo último y prefiero perder habiendo intentado, antes que perder sin siquiera hacerlo.

Que difícil se hace dar por terminado algo que no queremos y que sabemos que seguir nos daña y terminaríamos destruídos. ¿Por qué todo se vuelve tolerante con el otro, cuando pueden las actitudes peores fluírte de manera sutil? ¿Por qué escucho palabras y se escapan y olvido lo que me convendría recordar? Pero en fin, mirar hacia atrás en el tiempo me hizo dar cuenta de que hay algo más, sentí que el primer encuentro fue algo mágico que ya no está, que pena de verdad que hayas matado mi ilusión. Que hayas acabado con mi sonrisa y brillos en los ojos, que hayas acabado con mi buen humor y con esas ganas locas de verte. Hoy siento que todo lo contrario acude a mí, que volvió el dolor, llegó la decepción, pero es así. Mi amor no te sirve de nada, en tu viaje me siento de más. Por favor no te olvides de nada, siempre es buena una historia de amor. Sé que a veces miras una estrella y sabes que ella tiene razón, ojalá se te vuele la niebla para encontrar tu corazón.

Sé que hoy existo y todo el dolor causado hacia mí, la vida lo recompensará más adelante, porque hay que sufrir para cantar victoria. Las cosas no llegan solas, hay que esforzarse, buscar, y seguir, intentar, caer, levantarse y volver a intentar. Cuánto más difícil es nuestro objetivo, es cuando más valor tiene nuestro logro.

Miles de veces quise partir de esta situación sin nombre. Mi vida me está quedando chica y en mi corazón ya no cabe ni un desamor más. Será que tengo que pasar al segundo nivel o dejar que todo suceda. Muchas preguntas sin respuestas. Muchas respuestas que no quiero escuchar. Siempre me sentí vulgar al lado tuyo. Siempre destruías todo lo que decía, y yo estaba tan segura de tener la razón y hacías que cambie la opinión para el lado que a vos te convenga. Siempre humillándome cuando te regalé un te quiero, no sos quién para decir si siento o no lo que sentía. Me lo negabas, decías que era pronto para sentirlo. Los sentimientos no tienen tiempo, el sentimiento se construye de hechos. ¿Por qué puedo encontrar una justificación y respuesta a todo tan tarde?, cuando ya no te tengo enfrente cuando ya no tengo oportunidad. Me hiciste confundir, todo el tiempo lo hiciste y no dejaste expresarme. Antes pensaba que expresar un sentimiento que tenga que ver con amor era ridículo, que quizás el otro podía tomarlo a mal o burlarse, pero esto es al revés, hay que reír de aquel que es incapaz de expresar lo que siente. Algunos por miedo, sea lo que sea, aprendí que expresarte es limpiarte el alma. No quedarse con nada guardado. Limpiemos el alma.

¿Qué valen la pena? Y, claro. Todos los problemas que te aparecen instantáneamente después de decir que SI, valen la pena. Una va a decir que SI, y sabe lo que le viene junto al SI: Los males entendidos, las escenitas de celos, los caprichos, las críticas. Y dice SI aún sabiendo que todo esto siempre pasa, dice SI sabiendo que va a enamorarse, que va a volver a sufrir, que en el amor siempre alguien termina peor que el otro, que los miedos, que la confianza, que si me deja, que si me ilusiona y termino sola, que me gusta más/que me gusta menos, que no me entiende, que me llama mucho, o no me llama nunca, que me hago la cabeza si sale solo: ¡TANTOS PROBLEMAS! El amor es así, va acompañado por la agridulce sensación de constante felicidad y tristezas, y si es verdadero, si es amor real, más instenso es todavía. Pero sin embargo, a pesar de todos estos problemas, todos terminamos apostando al amor y decimos SI y sabemos que nos vamos a llenar de problemas, pero hermosos problemas. ¿Qué valen la pena? Y, claro. Porque los problemas, no abarcan ni una pequeña parte de lo que él nos hace sentir. Pues claro que valen la pena.

Miles de personas cruzarán por tu vida, muchas se llevarán trozos de tu corazón, otras dejarán algo para construírte el alma. Lo más difícil es lo que más valor tiene, por eso siempre cuesta lo que uno cree inalcanzable. Era sabido que no funcionaría, y ahora llegó el momento del adiós, se me hace difícil, no pensé nunca que tanto me iba a costar con tan poco tiempo compartido. Esto me hace ver que no perdimos el tiempo y supimos aprovechar cada minuto. Es triste pero debo decirte adiós, un adiós sin retorno. Este amor tiene mucho de orgullo y miedo, en lo moral.

El tiempo pasa sin pensar, voy (vamos) creciendo. Cambios físicos, mentales. Típicos. Mirándonos al espejo, notamos como nuestro rostro ya no es el mismo de hace unos años atrás, mientras te mirás se reflejan miles de recuerdos de momentos lindos y sonreís. Sonreís y sonreís de vos misma. Y el tiempo pasa, y él no piensa en nosotros, así que vivir el presente. Vivir el día a día, disfrutar lo bueno que nos está pasando intensamente, es lo mejor. Si estás pasando por momentos no agradables, cerrá los ojos y pensá que quizás mañana te despertarás y ese problema no estará, y si no lo es mañana, será pasado. Es obvio, lo lindo pasa rápido y lo triste parece que se quedara y nunca se quiere ir. Pero se irá.

Hoy me he decidido con decisión ponerle a este caso de nunca cerrar un fin, y este no es un final feliz, porque los finales felices no existen. Si las cosas se dieron así no fue porque yo quise, si no supiste valorar lo que tenias, te descuidaste, hoy ya no hay tiempo de lamentos y arrepentimientos, tampoco te rotules como una basura, no te tortures diciéndote que sos una mala persona por haberme visto partir sin decir adiós. No te lastimes, si eso es lo que quisiste en algún tiempo, verme ir, sabiendo que no lo iba a hacer, ahora corres a buscar amor en otros brazos que ya probaste, corre rápido antes de que ella se de cuenta de que con vos el amor sincero no existe hasta que madures y pises el suelo. Este fin lo había puesto en varias oportunidades, pero siempre el hilito de esperanza que me unía a vos, la soledad, la falta de amor me hacía (hace) volver, y volviendo me alejaba de vos con algo extraño en el pecho, algo que no se explica si era dolor o qué, pero era desilusión, sentía que volver no era lo mejor, que esta vez tampoco iba a lograr tener tu querer, y hoy le doy el fin; Te digo que me cuesta, pero para qué volver, si sólo saldré yo herida, la que se tiene que prohibir de cosas, la que tiene que ver como la sombra del engaño se pasea por al lado y yo no puedo decir nada.

No vas a encontrar lo que querés, porque el problema sos vos, porque no estamos hechos el uno para el otro y porque no nos merecemos. Porque yo no soy suficiente, soy demasiado, para un hombre como vos. Por eso sólo te pido algo, que cualquier hombre es capaz de hacer, hacelo por mí. No me olvides.

Son varios los príncipes postulados pero ninguno me promete amor sincero, he probado bocas como la manzana prohibida, sintiendo la culpa después de terminar sabiendo que mi corazón quizás olvide el dolor y aparezca un nuevo amor. Hoy son varios, pero me siento sola. Muchos pueden brindarme una hora de su vida, pero nada es seguro y es ahí cuando en un momento de soledad me doy cuenta que realmente estoy sola y me pierdo en el delirio, la ciudad gris se tiñe negra, llegada la noche mis ojos sufren de insomnio. Si es sábado olvidaremos con alcohol lo que pasó, pero entrado el domingo no tengo escapatoria.

Supongo que a veces resulta tarde para decirle a alguien cuánto significó, pero peor es que este alguien nunca logre saberlo. Normalmente el tiempo nos juega muy malas pasadas. No busques otra vez destruir mi vida con tus crímenes perfectos, sólo tómalo como me hubiera gustado que termine, si es que un final era necesario. Gracias por sonreír, no tienes idea de lo que para mí valía (vale) una sonrisa tuya. Mi favorita, y si yo no puedo cambiarlo, menos creo que vos lo puedas hacer. Gracias por darme razones para seguir despertando día a día, por tu tiempo, por las respuestas que diste a mis dudas, por tus explicaciones, por las palabras, por el silencio, por las canciones que me seguirán como la sombra de tu recuerdo, por entenderme, por escucharme, por simplemente estar ahí y saber que contaba con vos en todas, por tratar de ser quien hoy ya eres, por las ganas de querer ser lo que tal vez quedó en un simple anhelo, porque me hiciste feliz.

Esto es lo que queda de mí después de vos. Una imagen sin reflejo ante el espejo, una voz sin eco, mi silencio rebotando en cada rincón. Mis manos intangibles a todo menos a tu ausencia, al espacio que dejaste vacío a mi lado; mi cuerpo casi roto de tanto dolor. Y mis ojos, que ya perdieron su color. Lo que queda de mí después de vos. Casi nada, pero todos tus recuerdos, todas tus imágenes no se quieren ir. La mitad de mis sueños ahora desilusionados, la mitad de mis ganas casi desganadas, la mitad de mi vida ahora casi muerta. Y mi corazón que fue arrancado de mi cuerpo el día que dijiste adiós. Esto es lo que queda de mí después de vos. Miles de palabras guardadas en un cajón. Cuántos recuerdos para recordarte, para sufrirte, para llorarte. Cuántas lágrimas que se pudren sin secarse. Será que tengo el resto de mi vida para extrañarte. Esto es lo que queda de mí. El espejo que ya no me refleja, mis manos sin tus huellas, las veces que en tus sueños me escondí. Lo que queda de mí después de vos. Una vida absurda que sin rastros te busca, una esperanza desesperanzada que sigue por seguir, un día sin nada de especial porque ya no te tengo y el peso inmenso de tus recuerdos que satura mi fuerza, que alimenta mi llanto y ahora, quererte duele tanto. Lo que queda de mí después de vos. Miles de sueños ahogados en un mar de abandono, deseos de esperarte sabiendo que no volverás. Mi boca te nombra para no olvidarte, mis lágrimas caen sin secarse, mis ojos te buscan por todas partes y mi vida reclama tu presencia desde que no estás. Lo que queda de mí después de vos. Algo que nadie entenderá, tan sólo yo.


· Llegar al punto de autonconvencerme que con vos no lo viví todo, que hay más, que puedo ser feliz y que debo encontrar en otros, lo que vos no me suspiste dar. Aunque esa experiencia me haya marcado para siempre. El amor perfecto deja huella, y el tuyo había sido perfecto.

Me niego a aceptar el hecho de que ya no valga la pena seguir creyendo que en algún momento vamos a estar juntos. Es inevitable mirarte y sentir que por algún motivo todavia estoy acá. No parece agotarse el vino de tu copa, no parece que en algún momento de la noche hubiera estado vacía. Puedo fingir que no siento nada cuando mi piel se agrieta y la carne al descubierto comienza a arder. Puedo tapar mis oídos, pero de verdad quiero escucharte. Quiero sentir como al susurrar en mis oídos, lentamente el aire que sale de tu boca acompañando tus palabras acaricia uno a uno de mis cabellos. Prefiero verte entregándole tu vida, a sacarte de la mía para siempre. Prefiero ver como acercas tus labios a los suyos y cumplís mi sueño, a convencerme de que es inútil seguir peleando por vos. Puedo tener muchas facetas, tengo millones de historias, pero, con vos no puedo ser nadie más que yo. Puedo sonreir mientras veo que la abrazas con fuerza, pero sólo yo sé cuánto es lo que anhelo que me dediques un abrazo así en este momento. Más que nada en este momento. Puedo sentirme despreciable al fingir que estoy bien, mientras por dentro me siento sola, pero nunca es suficiente si se trata de vos. Podría haber ahorrado una vida de tristezas y de incoherencias si desde un principio te hubiera ignorado, sino te hubiera conocido. No, no. Las cosas nunca hubieran salido mejor, nunca es suficiente si se trata de tenerte, nunca es suficiente si se trata de vos.

Esta melancolía que llega y nunca se va, siento un nudo en mi garganta; y me pregunto otra vez, ¿por qué siempre las mismas historias con el mismo final? ¿Nadie piensa en mí? ¿Nadie piensa que puedo lastimarme, que tengo sentimientos? Se me acercan esa clase de hombres que nadie quisiera a la hora de enamorarse. Siempre soy la estúpida de la tira, la que aunque hayan golpeado mil veces los golpes del amor, todavía tiene esperanzas. Anoche te ví sin querer frente a mí. Estabas con una chica. Disimulé, te miré, y me repetía: Tanto dolor tuve por vos, tantas lágrimas desperdiciadas. Fue un sentimiento en vano el mío. Y a vos nada te importó, fuí tonta de ahí en más. Sólo pido a mi destino que me haga más fácil las cosas, que no me haga más esto, si ya pasé muchas veces por lo mismo, ¿por qué tener que revivirlos tantas veces? Que llegue la eterna soledad a mí, y que llegue el eterno desinterés hacia el amor a mí. No quiero verme más sufrir, no quiero verme más llorar, no quiero verme más caer. No quiero mirarme al espejo y ver que mi mirada triste nunca se va.

Vencida. Una vez más, caída hasta la punta de tus pies. Desde allí veo tu inmensidad y me doy cuenta que tu amor fue siempre amor propio. Aquí estoy, como querías verme. Desolada, con mi corazón en las manos, con mis ilusiones rotas, con mi estima por debajo del suelo que vos pisás. Quebrada. Otra vez, agonizando recuerdos de los dos. Sin más sonrisas que regalar. Creí que te llevarías todas tus cosas de aquí. Pero volviste para llevarte el resto de mí. El trato nunca fue que te robes mi felicidad. Desgastada. Fue mi culpa darte más de lo que te merecés. Sigo allí, en la punta de tus pies. Y cada vez que levanto la mirada, veo que no me reconocés. Tus ojos esquivos, tu piel aún más fría, empiezo a dejar de conocerte. Estás tan distinto a lo que nunca fuiste. Y vuelvo a castigarme, que fue mi error darte tanto amor. Me levanto después de unos segundos, y ahora nuestras miradas se encuentran. Ya no estoy tan debajo tuyo, ni de tu adiós, ni de este presente. Pero esta mirada ya no brilla con tu rostro. Puedo decir que finalmente, me desprendí. Y te dejé ir. Y con esta sonrisa en mis labios. Ya no te quise seguir.

Otra vez. Sí, otra vez en la misma situación, otra vez con el mismo malestar de tiempos atrás, otra vez con la misma tristeza, otra vez con la rutina, otra vez con lo mismo, algo que al ver que haces mal piensas que como ya te ha pasado, no volverá a pasar ya que para la próxima vez creerás haber aprendido la lección, pero está claro que en el corazón nadie manda, ni siquiera su propio dueño.


No sé, me pregunto mil veces que me pasa y no tengo explicación, sólo creo en terminar algo que empecé, por que hoy siento que lo empecé yo sola, que estoy caminando por un túnel sin salida, o por una salida que no quise admitir desde el principio, por algo que nunca ví, pero que me haces sentir cada vez que estamos juntos, sólo necesito valorarme, quererme y aprender, porque todavía soy una niña que no vivió tantos momentos y situaciones como parece, que no sabe que en la vida [b]no es todo color de rosa como en algunos libros, que hay que luchar por lo que uno quiere, pero también hay que saber decir que NO en algunas situaciones que se nos presentan. Hoy me siento vacía, necesito escuchar decir que me quieres o que en algún momento me quisiste, pero al escucharte y al mirarte sé que no es así, sé que no es lo que parece, aparentamos estar bien, pero nos estamos destruyendo juntos, pero me estoy destruyendo junto a tí. Luché por lo que sentía y siento, hoy ya no me quedan fuerzas, hoy ya no puedo más. Hoy comprendí, sin pensar, sin saber que es lo que quiero, que tengo que dejarte, creo que nunca te tuve, siento que nunca te tuve, que te compartí, porque así lo quise, porque así se dió, pero hoy ya no aguanto, hoy tengo tantas cosas que decirte que no sé como empezar, pero me pregunto: ¿Por qué?, y no tengo la respuesta. Sólo sé que anoche, me dí cuenta de lo poco que significo yo en tu vida, tal vez me esté equivocando como tal vez no, pero también me dí cuenta de lo mucho que significo para las personas que verdaderamente me quieren y me rodean. Estás y estuviste en momentos difíciles de mi vida, pero no en los que en verdad te necesité, en los que quise que solo estuvieras a mi lado y me encontré con una silla vacía. Vacía como lo estoy yo, me robaste, o mejor dicho te dí muchas cosas, que para mí son importantes, no me arrepiento de eso, pero descuide a personas que hoy y siempre desde que nací estuvieron a mi lado, enseñándome a caminar, a levantarme en cada caída, en cada golpe, acompañándome en mis días oscuros, en mis noches sin luna, esa luna que quisimos ver juntos pero que nunca salió para nosotros, porque comprendía, porque ella sí sabia que tengo que guardar ese momento para esa persona que realmente me valore y que mire por mis ojos lo mismo que yo encuentro en ella. Esa persona que no necesite decirle que necesito de su abrazo, que tan sólo con mirarme se dé cuenta de lo que me pasa, que estoy mal, que quiero compartir esas charlas interminables, esas noches en las que contemplemos juntos las estrellas, noches de ensueños, de locuras, de locuras por amor. Pero este sentimiento hoy no es correspondido, por eso decidí guardarlo, recordarlo, o simplemente tratar de olvidarlo, siempre estarás presente en mi vida, cada persona que pasó por ella dejó marcas que nadie podrá quitar y que tampoco deseo quitar. Por eso hoy te digo “adiós”, o hasta pronto, porque no pierdo la esperanza de que algún día me quisieras como yo te quise a vos.

· Y me conforma saber, que sí, que lo sentí, que vos sos la persona de mi vida, te vuelva a ver o no, pase algo entre nosotros, o nunca pase nada, vos sos para mí, y yo soy para vos, y toda la vida va a ser así, por más que pases por mil chicas, por más que te cases, te divorcies. Por más que nunca te acuerdes de mí, sólo a mí me perteneces, porque yo te pertenezco a vos

Sos un adiós. Nada más. ¿Nada más? No sos nadie pero sos todos. Todas mis frustraciones juntas, en vos se resume todo lo que no puedo resolver. Sos un adiós, un hasta nunca y hasta otra vez. No puedo, hoy creeme que no puedo. Nada más ... ¡Si tan sólo compartieras mi tiempo! Si tan sólo entendieras ... Si. El condicional es tan relativo. Tan relativo, como mis lágrimas hoy. Tan relativo, como vos diciéndome hasta pronto. Relativo. El tiempo es relativo. Por eso no sos nada y sos todos. Por eso, desestructurás

· Y lloro, más que nada de lástima, lástima de mi misma, de verme así de destruída, de sentirme tan poca cosa sin vos; lloro de bronca, por no poder despegarte de mis días, por no poder hacerte a un lado y hacer de mi vida eso que tanto disfrutaba.

Hoy no presto tus besos, tus abrazos, tus sonrisas. Le prohíbo a la gente que te vea, porque hoy te guardo sólo para mí. Así, así este egoísmo crece todos los días, ya ves como siento curiosidad, de cada extremidad y tu completa anatomía, aunque sea uno de mis pretextos favoritos, por más que te conozca y reconozca del todo. Siento curiosidad por vivir una vida sin esta obsesión, sin mi tema predilecto, sin ese silencio que perturba, que te regala situaciones límites, y aún así, quererte de esta forma; de mil maneras y a mi manera, me lleva una y otra vez al fracaso.

Y otra vez volví a caer, en una trampa de mentiras. Falacia de creer, en la sola posibilidad de cambio. Hay cosas que se mantienen como están. Y otra vez el mundo dejó de ser mío, las lágrimas interminables, se ahogaron en mis ojos. A gritos pidiendo ayuda. ¿Ayuda para qué? Si ya no hay tiempo que valga la pena; Si siempre, pero siempre voy a terminar de la misma manera. Y otra vez resurgen los reproches, se destapan los velos, y ahí estoy. Al desnudo y sin máscaras con la debilidad a flor de piel, y la conciencia marchita. Y otra vez, otra vez, envuelta en las redes de la mentira, tratando en vano de escapar.

· ¿Cómo hago para romper tu burbuja, así caes a mi lado? ¿Para que entiendas lo mucho que te extraño? El mundo es tan inmenso. Seríamos dos en la infinidad. Si tan sólo te dejaras querer.

Sé que te llama la atención que haga y deshaga a mi manera; que no me importa si estás bien o estás mal, porque yo que sé si a vos te importa. Que te diga una cosa y haga a la inversa es natural, es inevitable y a modo de defensa te grito y te miento y me convierto en una víctima más de este juego de pretensiones en el que se transforman las mañanas y tal vez las noches: ya no me acuerdo. Y si te digo que no me busques, no lo hagas, porque vas a encontrar lo que no quiero ser, lo que no aparento, simplemente ya no voy a poder seguir sosteniendo mis palabras y voy a agotar mis excusas rebuscadas y reinventadas para no estar juntos; Soy capaz de confesar que a veces ruego que me llames para perdonarte y decirte lo que siento y no quiero, porque me lo impide mi papel, me lo prohíben mi altanería y mis aires de grandeza. Si te digo que no, te miento, me muero por que estés acá, pero como te digo una cosa te digo la otra como si nada, y no me importa, claro que no me importa: Llega un punto en que no sé lo que hago. Y siempre volvés, (se nota que me querés) será porque no tengo esa capacidad de arrojar y desechar mi orgullo, y si no fuera por vos no sé que haría: Porque como si nada me elevás sin límites y me dejás caer sin importar que tan dura sea la caída. Si te digo que no me busques, no lo hagas, porque yo no sé hasta qué punto voy a poder sostener mis aires de grandeza; No sé hasta qué punto voy a aguantar el llanto y pedirte que te quedes conmigo para siempre.

Ya no quiero verme envuelta, en la bruma volátil de tus palabras, ya no soporto una más de tus mentiras. Este camino se hace de a dos, yo no puedo hacer tu parte y la mía. Ya no quiero mendigar más, los restos de un amor, que parece no corresponderme, como si fueses único en el mundo, como si todo girara en torno a vos. A veces creo que te dí demasiado y no supiste como manejarlo. Pero eso ya es pasado, ya no quiero reternerte, sino vivir un nuevo presente. Desprendida de tu sombra, de las migajas de tu amor.

Resulta que quiero gritar con todas las fuerzas, que estoy triste, muy triste. Resulta que la inteligente terminó por ser la más idiota, resulta que la poderosa, llora como un pollito mojado, acurrucada a la almohada, resulta que ya no tengo fuerzas para fingir, ni tampoco plena conciencia de las razones de esta angustia infinita, de cómo hacer para no llorar más.


· Cuando por fin te encuentre, buscaré llenar tu vida de nuevos olores, de melodías distintas. Estaré encantada de ser la persona que interrumpa tus noches, en quien pienses por las mañanas, y a la que beses todas las tardes. Y seré feliz porque estaré convencida de que soy tu amor, y que vos sos el mío.

Te regalo un camino de tropiezos y una mano fuerte en tu hombro, para cuando quieras caerte conmigo. Te regalo la multitud de soledades, que te precedieron, para que construyamos nuestros propios días de sol. Te regalo una cadena de errores, para que compartamos culpas, dividamos penas, suprimamos castigos. Te regalo la certeza de que siempre se vuelve al principio, principio y fin de todo este andar. Te regalo los resabios de este corazón, hecho y deshecho y vuelto a armar, que encuentra, en los huecos del tuyo, el ensamble más perfecto. Te regalo la infinitud de las palabras tiernas, que no me sale decirte, pero que pugnan por escapar del pecho. Te regalo las canciones que no escribí, ni voy a escribirte, aunque sepas, que te pertenecen por completo. Te regalo un sinfin de verdades dolorosas y punzantes, que todavía no alcanzo a contarte. Te regalo un cuerpo, común y corriente, que se sabe imperfecto, pero aún así está deseoso de tenerte. Te regalo, en suma, este puñado de pequeñeces, lágrimas y flores que es mi vida, para que en ella dibujes tu silueta, su divino complemento, y empecemos a caminar.

Exprimo cada segundo, desmenuzo cada instante y las ideas viajan a años luz, sin embargo, nada de lo que digo es lo que realmente siento. Nada de lo que hago es lo que de verdad quise.

Hoy ya no puedo seguir eligiéndote, y no porque yo no quiera, sos vos el que no te decidís. Hoy no puedo esperar a que se te aclaren las ideas, no nos hace bien a ninguno de los dos. Hoy quisiera más que nadie, volverte a escuchar, a pesar que me costó empezar a creer. Hoy quisiera estar en tu casa, que me abrazaras tan fuerte, que entre las sábanas de tu cama no sintiéramos el frío. Hoy me estoy alejando, porque ganó la conciencia a este pobre corazón malherido. Hoy ya no quiero más mis lágrimas, extraño la sonrisa. Hoy no estoy dispuesta a perderme, ni quiero ser el pollito mojado de la historia de desamor. Hoy te quise enormemente, hoy sentí que me querías, hoy supuse que no te perdería, pero es hora de salir.


· Y ya no espero, sino que me muevo, y sigo, y camino, y me levanto. Y ya no me importa volver a caer.

Hay un concepto que ronda perpetuamente mi cabeza; nunca se sabe lo que puede pasar mañana. Es más que una impresión o una percepción y está muy lejos de ser una vana sospecha. No sé si clasificarlo como una idea abstracta o concreta, complejo, ¿no? Es tan simple como suena. ¿Cuántas cosas te están pasando ahora que hace 6 meses nunca hubieras imaginado? ¿Cuántas de las cosas que considerabas esenciales hoy te faltan y seguís de pie? ¿Cuánta gente que creías conocer hace un par de meses hoy son completos desconocidos? ¿Cuántas cosas qué hace un año te hacían mal hoy te causan risa? ¿Cuánta gente importante hoy no tiene ni la más mínima trascendencia en tu vida? ¿Cuántas cuestiones constantes del pasado hoy son las más frívolas? ¿Cuánta gente jamás hubieras pensado que te iba a defraudar? ¿Cuánta gente jamás hubieras pensado que hoy iba a estar tan cerca? ¿Cómo te imaginabas tu vida hoy hace sólo tres meses?

· No tengo nada para decir, sólo que ya no me conformo como antes, que hoy todo cambió y no necesito migajas de amor. Hoy lo quiero entero. Todo o nada.

Hay veces que preferiría no escuchar tu voz en el preciso instante en que cierro los ojos. Resulta incluso molesto. Pero cada vez que me encierro en mi mundo, inevitablemente te haces presente. Sin invitación y sin avisar. Hay veces que preferiría haberte dado mucho menos. Mucho menos. ¡Es tan triste suponer que perdí el tiempo a tu lado! Aunque perder el tiempo sea tan relativo. ¿Se pierde el tiempo? Puesto en esas palabras parece algo que se posee, cuando sé, (¡claro que lo sé!) que es intangible. Hay veces que preferiría que no haya ni canciones ni palabras que te traigan a mi cabeza. Es más, podría decirte que llegan a desacomodar mi equilibrio. Equilibrio hecho a fuerza de golpes, pero equilibrio al fin. No por nada es el que hoy me está manteniendo en pie. Pero no. Resulta que reincidís y me doy cuenta que estoy hecha de recuerdos, que se clavan en mí y destilan veneno. Recuerdos que son tan inevitables como dolorosos, que no logran abandonarme. Si tuviese que pedir un deseo, pediría que no hubieses siquiera existido. Porque lo que existe, deja una marca, por imperceptible que parezca. Y lo que marca, no se borra más.

Después de un tiempo uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma; Uno aprende que el amor no significa acostarse, que una compañía no significa seguridad y uno empieza a aprender. Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas; y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos. Y uno aprende a construir sus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado inseguro para planes y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad. Y después de un tiempo, uno aprende que, si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Y aprende a decorar su propio jardín y decorar su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende. Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro, significa que tarde o temprano tendrás que volver a tu pasado. Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas. Con el tiempo te das cuenta de que si estás a lado de esa persona solo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla. Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas. Con el tiempo también aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida. Con el tiempo aprendes que disculpar, cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes. Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir. Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible. Con el tiempo aprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sea como esperabas. Con el tiempo te das cuenta que en realidad, lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese único instante. Y aprendes que hay 3 momentos en la vida que uno no puede remediar: la oportunidad que dejaste pasar, la cita a la que no asististe, la ofensa que ya pronunciaste. Con el tiempo también aprendes sobre el dinero y entonces, comprendes que puedes comprar una casa, pero no un hogar; puedes comprarte una cama, pero no hacerte dormir; puedes comprarte un reloj, pero no te dará tiempo; puedes comprarte un libro, pero no conocimiento o lo que necesitas aprender; puedes comprarte una posición, pero no sirve para tener respeto; puedes comprarte medicinas y pagar la consulta al médico, pero no te dará salud; puedes comprarte sangre, pero no vida; puedes comprarte sexo, pero no amor. Con el tiempo aprendes que la vida es aquí y ahora, y que no importa cuántos planes tengas, el mañana no existe y el ayer tampoco. Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, ya no tiene ningún sentido. Pero infortunadamente, todo esto lo aprendes solo con el tiempo.

Ya no puedo esperar, y aunque la vida continúe, mi realidad está justo aquí. En este mundo, donde el tiempo pasa, y no vuelve. Donde todo tiene un fin. No te imaginás cómo me gustaría poder jugar con mi corazón, y reanimarlo otra vez. Pero no sé como sos. No te conozco todavía. No veo tu rostro. No sé tu nombre. Lo único que sé es que en algún momento de mi vida, vendrás, aparecerás. Y yo estaré ahí, dispuesta a intentarlo nuevamente. Dispuesta a darte refugio con el abrigo de mis alas.
Dispuesta a ser feliz. Pero esta vez, eternamente.

Harta de personas que no saben lo que quieren, harta de ver en los demás lo que no me gusta de mí. Harta de una vida de desamores, harta de infinitas soledades, de te quieros vacíos, de días nublados y atardeceres lluviosos, harta de la búsqueda inútil, harta de besos efímeros, de amores baratos. Harta de que el pasado me atormente, harta de la inmensidad de la tristeza. Harta de soñarte despierta, para que nunca aparezcas. Harta de los 'quiero ser tu amigo', harta de las lágrimas que no cesan, harta de que el desgano se apodere de mí, harta de caricias descartables, de que no haya quien me acompañe, cuando me digne a ser feliz. Harta.

Ayer, me dí cuenta de que era tu voz. Era tu aroma. Eran tus ojos. Era tu boca la que cantaba aquella incomparable melodía. Me quedé totalmente sorprendida cuando te ví. Pensaba que no iba a haber una próxima vez. Pero te ví. Te ví y recordé. Te ví y el tiempo comenzó a correr en sentido contrario. Te ví, y todo lo que nos rodeaba se transformó en aire. En imágenes abstractas. En aromas. En tu aroma. Sólo nuestras miradas se cruzaron, y durante un par de minutos el silencio reinó en aquél lugar. No podía hablarte. Vos no podías escucharme. Sólo podia contemplarte y escuchar esa hermosa poesía transparente que salía de tus labios. Sólo podía ver a tus tristes ojos decir a los míos que te hacía falta. (O al menos, eso era lo que yo quería escuchar) . Me acerqué a vos, y pude sentir cómo mi mente hacía un retroceso instantáneo, mostrándome nuevamente imágenes que quedaron guardadas dentro de mí. Puse mi mano en tu hombro. La deslicé por tu cuello, y percibiendo el leve movimiento del mismo, levanté mi mano izquierda. Te señalé a todas las estrellas y cada una. Pero al volverte a mirar y ver tu mirada vacía comprendí que ni a mí me serviría tener a todas las estrellas conmigo. Quería darte un lindo regalo, pero no sabía qué hacer para poder lograr que tus ojos brillen como lo hacen los míos al verte. Un golpe de depresión me invadió, y vos me mirabas inclinando la mirada levemente. Ayer no fuí felíz. Ayer me quité la venda de los ojos. Ayer supe que todo lo que puedo hacer ahora es olvidar. Porque te dí todo. Te dí hasta lo que no tenía. Te llené de regalos. Pero olvidarte de ellos, es olvidarte de mí. Olvidarte de cada detalle es destruirme lentamente. Olvidarte de estas palabras es condenarme eternamente. Y lo más triste es que yo sé la forma de darle brillo a tu vida. Lo más triste es que yo todavía tengo esperanzas. Pero vos ahora estás perdido. Sólo mirabas hacia otro horizonte. Espero que en algún rinconcito de tu corazón todavía esté aquella pureza con la que te conocí. Espero que por lo menos, mi nombre junto a mi esencia esté en algún pequeño pero no menos apreciable lugar de tu mente. De tu corazón. De tus recuerdos. De tus dibujos. De tu instinto. De tu ser. Espero que algún día, te des cuenta de todo esto. Como yo, el día de ayer.

La vida está para adelante, nunca para atrás. No sos el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cambia de historia. Ni vos serás el mismo, ni el entorno al que regresarás será igual, porque nada se queda quieto, nada es estático. Nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar. Nada es vital para vivir. Es costumbre aferrarse a las personas, a los lugares, a las vivencias, es difícil aprender a vivir sin ellas. Y hoy te duele dejarlo ir. Aprender a desprenderse, se puede: no sos indispensable y nunca lo fuiste para mí, aunque así lo creí. Se siente mucho mejor poder cambiar que extrañar, poder inventar una nueva historia que recordar pasadas, es mucho mejor que hoy no estés en mi vida, de lo que pensé y cada día me queda más claro el por qué.

Suerte, es lo único que hoy puedo decir, aunque me queden tantas cosas guardadas, decidí dejar de romperme la cabeza pensando en que no voy a poder lidiar con esto, en cambio, voy a empezar simplemente por: vivir. Ya no queda nada más por hacer, ya no queda nada más por hablar, por lo menos por mi parte, yo no quiero borrarte de mi mente y llenarme la cabeza haciéndome creer que nunca exististe, que no fuiste parte de mi vida, y espero realmente que vos tampoco lo hagas.

Yo no busco nada raro, sólo alguien que me extrañe aunque hayamos pasado todo un día juntos, alguien que se ponga nervioso al verme, que no se aburra de mis charlas aunque pasemos cinco horas en el teléfono, que se alegre de escucharme. Alguien que me acompañe siempre a casa y haga divertido el camino, por más largo que sea; Alguien a quien pueda besar por un simple impulso sin sentirme atrevida. No me importan los regalos, las cenas ni las flores, mientras él demuestre admiración, me conformo con saber que conmigo es donde más le gustaria siempre estar. Y si estuvieras acá, nada me gustaria más que vivir todo de a dos, que vivir todo con VOS. Y que conozcas todas y cada una de mis sonrisas, alguien que sólo por mí de todo, que elija quedarse conmigo aunque tenga otros planes, que sienta que antes de mí ninguna otra existió, que sus amigos se cansen de escuchar mi nombre, que escriba las cartas más hermosas del mundo entero aunque tenga fea letra y sean de dos renglones. Que él piense en mí, mucho más de lo que lo acepta, que sienta que se cae el mundo si discutimos y me abrace tirando su orgullo a la mierda, alguien que no use la palabra confundido. Que me haga reír hasta llorar, y me haga reír cuando no puedo dejar de llorar, que me diga que todas esas canciones de amor, lo hacen acordar a mí, aunque sea mentira, que me diga que estoy hermosa, aunque no esté del todo despierta, que me diga que doy los mejores besos, aunque haya habido otra mejor, que me diga que tengo los ojos más lindos, aunque sean iguales a todos los demás, que le encante mi pelo, aunque siempre esté enredado, alguien que me haga sentir la chica más afortunada del universo, sólo por el echo de tenerlo.

Hace días que tengo un agujero en el pecho. Es la nostalgia de ver que las cosas, siempre vuelven a su lugar, que al fin y al cabo, recuperan su forma. Es la incertidumbre de saber, qué será de tu vida, cuántas habrán frecuentado tu existencia después de mí, a cuántas les dijiste te quiero, cuántas veces más temblaste con un beso. Es la angustia de reconocer, que pude haberte tenido si al menos no fuese tan determinante, igual queda clavada la duda. Es el orgullo resquebrajado de saber que estás de la mano con otra persona, cuando tendría que estar yo en su lugar. Es el recuerdo del último adiós, la vez que más nos reímos, la unión inconclusa, y la noche de tus ojos. Es la mirada más azul mientras me decías ese 'no entiendo cómo, pero te quiero' que desestructuró mi sistema. Es la bronca de extrañarte aún cuando no hayas sido tanto, aún cuando no deba. Es el inconsciente, que me traiciona otra vez.

¿Por qué me odiás tanto? ¿Por qué? ¿Me odiás porque soy buena gente? ¿Porque soy una chica normal? ¿Me odiás porque tengo alrededor gente que me quiere? ¿Por eso? Yo creo que es por eso. Yo creo que no me bancás porque tengo y soy lo que vos nunca vas a tener ni vas a ser. Yo creo que es tan feo sentirse solo, que necesitás hacerme mal a mí porque eso te da alegría, ese momentito te hace feliz. Pero escuchame bien. Vos podés hacer correr miles y miles de rumores, podrás hacer que me odien, podrás hacer que la gente que me quiere desconfíe de mí. Pero nunca, nunca me vas a convertir en lo que vos sos. Un rumor, por más fuerte que sea, nunca es más fuerte que la verdad, y tarde o temprano sale a la luz. Les podrán mentir a algunos por mucho tiempo, pero no a todos todo el tiempo. Porque a la larga o a la corta esa careta se cae. Yo tengo quien me abrace. ¿Y vos? Algunos te van a creer a vos. Otros a lo mejor me van a creer a mí, pero lo más lindo que tengo es la gente que me quiere. ¿Y vos?

· Después de olvidar tu voz, tu perfume, de escuchar miles de veces esta canción que me destroza el alma y te trae una y otra vez a mi mente, desconsolados al borde del camino quedarán los besos que fueron tuyos.

Podría en mis sueños crear la historia más bella de las historias que pudiste conocer. Podía mostrarme tal cual soy con mis tantos defectos y algunas virtudes y así llegar a quererme. Pude querer, pude dejarme querer, pero terminó. No hay vueltas de páginas en esta historia, yo fuí quien arrancó cada hoja, cada capítulo. Es difícil mostrarte mi lado oscuro. Mostrarte que no te necesito, que no te quiero, que no me faltas. Y sin embargo lo logré, porque eso es lo que crees tú hoy de mí. Pero por el bien de los dos, fui yo la que tenía que hacer fuerza acá, secar mis lágrimas y ponerle pecho a la situación. Decir no, cuando todo tu cuerpo quiere seguir. Quizás en la próxima vida, la próxima estación, nuestros cuerpos se reconozcan y puedan vivir lo que hoy matamos. Y no me mires, no me busques más. Es la manera de facilitarme las cosas, noto como ya te desanimaste, como ya sientes que no existen motivos para obsesionarte en tenerme. Pronto otra acudirá, otra te llenará de besos como lo solía hacer, llevarás a otra a su hogar, a otra abrazarás y tomarás de la mano. A otra le dirás te quiero. En cambio yo, siempre estaré pensando en lo que pudimos ser, sin ganas de intentar alguna historia más. Consciente de lo que soy, de quién soy. Seré destinada a mi eterna soledad, y en un tiempo más te veré o me enteraré que pudiste ser feliz con alguien que no soy yo.

El nacimiento de un ser esperado. Tener a alguien a quien poder dar los buenos días al despertar. Una sonrisa de una persona querida. Una mirada oportuna. El llanto por un amor inolvidable. Una lágrima que salta al suelo de alegría. Observar el cielo y sus colores, con matices sublimes. Las estrellas, tanto de cerca como de lejos. Salir cuando llueve y buscar el arco iris. Ver como los árboles, tras la lluvia, están empapados de gotas formadas con perfecta matemática. Reír sin saber por qué. Recibir noticias de un antiguo amigo. Gritar de jolgorio. Despertarse después de una gran fiesta. Una fiesta sorpresa. La primera palabra de un bebé. Tumbarse en el césped, en un día soleado. Respirar aire puro, y beber del agua de la montaña. Bañarse en una fuente pública con tu gente en un día de calor. Sentir la arena de playa en tus pies desnudos. Bañarse sin ropa en el mar. Una foto bien tomada. Una palabra especial. Que alguien te diga que le importas. La canción que te recuerda a "él/ella". La música de tu vida. El descubrimiento. Encontrar un tesoro de tu infancia al cabo de los años. Coleccionar recuerdos. Aprender. Escuchar a los sabios. Cerrar los ojos y montarte una película donde tú eres el protagonista. Estar en una zona de tu ciudad y sentirte como en casa. Salir con tus amigos y pasarlo en grande haciendo el loco. Ver cómo la gente ríe de una gracia oportuna. Compartir. Conocer a alguien y ver que tenéis muchas cosas en común. Escribir y ver que a la gente le gusta. Ayudar a una persona que nunca esperaba tu intervención. Vivir en tu casa, sin que nadie te falte. La mirada de un niño travieso. Darle las buenas noches a tu gato. El brillo de los ojos de una persona que se siente viva. El calor de otra persona que duerme todas las noches contigo. Soñar despierto. Recibir una carta de alguien que habías perdido el contacto. La soledad de la elección. Una sonrisa recién levantada. La música en nuestra mente antes de un examen. Dormir hasta la hora que quieras. Que alguien cocine tu plato favorito sólo para tí. Beber un trago de algo frío cuando estás muerto de calor. Pasear por un jardín y sentir el olor a flores recién cortadas. Una caricia. Un abrazo en grupo. Encender una hoguera con tus amigos en la playa. Bailar con los ojos cerrados. El ballet. La luna llena. Leer las palabras que necesitabas oír. Encontrar a una persona que te haga sentir viva. El silencio. Meter los pies en agua caliente cuando están helados. Ver que el último pastel que queda en la bandeja es tu favorito. La esperanza. El recuerdo. La canción que te dedicaron. Un concierto con tus amigos. Saltar en los charcos. Extender los brazos bajo la nieve. Saltar en un charco. El primer beso. Las vacaciones. El sonido de una lágrima al caer. El descanso. La ilusión. Ver como tus sueños se realizan. Querer llegar a lo más alto. Subir el camino que te lleva a la cima sin penderte detalle de lo que ves en tu viaje. Un cuento. Sentir la lluvia sobre tu cara. Ver una foto después de muchos años y recordar buenos tiempos. La sabiduría. La improvisación. El chocolate. La felicitación por un trabajo bien hecho. El reencuentro con tus antiguos compañeros. Enseñar. Una conversación interesante. Un beso familiar después de suspender. La reconciliación con un ser querido. El juguete preferido de tu infancia. Un animal. Un bebé. El entusiasmo de un niño. Las ganas de vivir. Tu libro favorito. Una poesía. Las olas. El viento acariciando tu pelo. La convivencia. La solidaridad. Un gesto de cariño. El abrazo de un padre. Un cuadro que te hace recordar. Conseguir lo que en un sueño tuviste. Sentir el sol. Un beso. Una manta en las noches invernales. Las flores. Un regalo esperado. Sentirte querido. Tener gente cerca. El apoyo de un amigo en un mal momento. Tener un buen día. La inspiración. Sentirte libre. Expresar lo que sientes y encontrar las palabras adecuadas. El tiempo previo antes de iniciar una relación con alguien. Que esa persona especial se acerque a tí. Una sonrisa de la persona que te gusta. Conocer a alguien en un lugar inesperado. El consejo. Volver de un viaje y ver que tienes miles de cartas en tu buzón. Ganar un premio. Encontrarte con alguien en el extranjero. La paz interior. Que la vecina te regale algo. Un baño de espuma. El agua caliente de la ducha de las mañanas de invierno, y el agua fría en verano. Alegrarte por alguien.
La felicidad de las personas.
Las personas.
La vida.

Despues de ti no hay nada MAS

Despues de ti no hay nada MAS

Cuando pienso que el mundo es frio, triste y cruel, aparece alguien como vos y arruina todo GRACIAS!

Empezaron a atormentarme una serie de reflexiones que no se me habian ocurrido antes

Empezaron a atormentarme una serie de reflexiones que no se me habian ocurrido antes
no sabia que me proponia a herirlo tan despiadadamente

Esta actitud puede parecer una locura, pero se verá hasta que punto estuvo justificada...

Esta actitud puede parecer una locura, pero se verá hasta que punto estuvo justificada...
Tambien el parecia estar solo

No pasa nada, estoy mas normal que nunca y SIEMPRE escucho esta cancion

No pasa nada, estoy mas normal que nunca y  SIEMPRE escucho esta cancion
El amor es como las plantas, necesita agua, luz, y muchos cuidados

Hablas y no te escuchas, deberias aprender que esto no se basa de pretextos

Hablas y no te escuchas, deberias aprender que esto no se basa de pretextos
Es que no existe modo de perderme en tus silencios cuando callas ese te quiero

Y llegaste tu y me has inundado mi alma de tranquilidad

Y llegaste tu y me has inundado mi alma de tranquilidad
Me has llenado el corazon de vida

Si te sientes perdido con tus ojos no has de ver, hazlo con tu alma y encontraras la calma

Si te sientes perdido con tus ojos no has de ver, hazlo con tu alma y encontraras la calma
Siento del viento celos por acariciar tu cara cada mañana