jueves, 17 de diciembre de 2009


Te odio, te amo, me lastimás, te lastimo, te quise, te quiero, te olvido. Me dejás, te dejo, me buscas, pedís perdon, te agradezco, me arrepiento, te arrepentís, me olvidás, perdonás, te vas, vuelvo, me voy, volvemos, pensás, siento, eligo pensar, te enojás, me mentís, te miento, me enojo, te perdono, no entiendo, vos tampoco. Te pido perdón, busco una solución, no la encuentro, buscás vos, tampoco la encontrás, decimos basta, pero empieza de nuevo.

Necesito sentirte, sentirte aunque sea a lo lejos, sentirte cerca, sentir que te tengo, que jamás te vas a alejar, que vas a estar el resto de mi vida, de lo contrario no podría adoptar ese nombre. Necesito saber, saber cómo te encuentras, qué es de tu vida en tanto tiempo de ausencia, ese tiempo de llantos, tristezas, nostalgias, que llevo exactamente contado, necesito contarte que cuento todos los días que paso sin vos. Necesito que me mires, que nuestras miradas se unan, necesito sentir por un instante que dedicas un segundo para mí. Necesito saber cual es la clave para olvidarte, para no recordarte. Necesito estar al tanto de cuanto tiempo más va a permanecer este dolor impregnado en mi cuerpo. Necesito gritar, gritar que te quiero hasta perder la voz. Necesito golpear algo, si eso necesito, lo necesito para descargarme, para sacarme esta bronca, esta impotencia, este llanto que no sale, estas lagrimas que dicen tanto, esta angustia horrible que siento, siento acá muy dentro. Necesito no sentir esto que siento, este sin fin de sentimientos que no tienen ni pies ni cabeza, no tienen coherencia. Necesito no sentirme una idiota, necesito que eso no sea inevitable. Necesito un beso tuyo. Necesito no ser la única culpable de quererte. Necesito que no seas así, o mejor sí, pero en partes no. Necesito saber si estás bien, necesito ayudarte, necesito enterarme un día cualquiera que eres verdaderamente feliz, así también lo seré yo. Necesito no sentir. Necesito, necesito no necesitar, no necesitarte.

Y no importará donde esté, ni lo que esté haciendo, simplemente, romperé el momento, y sentiré tu ausencia. Quedaré en silencio, escuchando en mi memoria, buscando en los recuerdos. Y no importará lo que pase, el frío que sienta, seguiré ausente, buscándote, entre mi mente. Y no importa donde esté, ni lo que esté haciendo, sólo importará lo que esté sintiendo, lo que esté viviendo. Y nadie verá nada en ese momento, sólo notará el silencio, pero yo te estaré sintiendo.

Fuiste la historia de amor más bonita que jamás viví, aunque vos no lo sepas. Fuiste los nervios de la primera cita, la sorpresa del primer beso, la emoción del primer encuentro, el temblor de piernas del primer paseo, la lágrima de la primera despedida, la sonrisa del primer reencuentro, la confianza del primer amor de verdad. Fuiste la palabra de aliento en un día gris, el hombro en el que derramar una lágrima fugaz, la mano a la que agarrarme al andar, el beso en el momento oportuno, la sonrisa en un instante de angustia, la luz en una noche oscura, la manta en el día en el que el frío me calaba los huesos. Lo fuiste todo, y fuiste mucho más que eso. Porque lo fuiste sin dejar de ser VOS.

Olvidarte era una utopía, un engaño, algo que jamás conseguiré. No sé cómo pude plantearme que sacarte de mi cabeza iba a ser posible. No lo es, nunca lo será. Nunca podré pasar un día entero sin acordarme de vos por algo. Nunca oiré una canción de reproche sin pensar en que está dedicada a vos. Me acuerdo de vos con las cosas más simples y cotidianas del día.

A falta de no encontrar a quién contárselo por tenerlos ya cansados, a falta de no poder llamarte y menos decírtelo en la cara y a falta de no poder escribirlo directamente en un correo: Lo hago de la manera que menos duele. Comienzo disculpándome, me disculpo por seguirte insistiendo, por seguirte viendo todos los días en las caras de personas que no saben, por pensarte desde la mañana hasta la noche, por encontrarme sin vos. Me disculpo por llorarte aproximadamente 2 noches por semana, por estar segura de que estás mejor que yo. Por reclamar cosas que ahora nada más no tienen sentido y por reclamarme cosas que no llevan a ninguna parte. Quiero también disculparme, por no dejarte en paz y atormentarte con post necios y por estar preguntándome constantemente como estás. Me imagino que es bastante duro sobrellevar algo y sobre todo es más duro si hay alguien recordándote el pasado. Por esto último es que me disculpo más, por no poder dejarte ir, por no poder entender y por nada más no hacer nada para remediarlo. Me disculpo también por seguir queriéndote. Me disculpo por esta carta que no lleva a ningún lado y me disculpo también por nunca tener la respuesta ni la solución y ni siquiera un asomo de seguridad. Me disculpo conmigo misma, por nada más no poder soportar esto. Me disculpo, por no entender. Esta carta termina acá, no doy respuestas, pero sí quiero dejar claro algo: Hacé lo que te haga más feliz.

Ya no debo pensar en vos. Debo creer que te fuiste para siempre, que solo fue un juego lo que vivimos. No debe dolerme tu partida, no debe dolerme tu indiferencia o el simple hecho de que esta ruptura para vos no haya significado nada. Tengo que olvidarte y no es porque no te quiera, sino porque recordarte es matarme. Sería mejor coger una pistola y que esta atraviese mi pecho, sería mas rápido no lo crees? Por eso tengo que olvidarte, porque se que tu recuerdo me esta acabando, ya no pienso en otra cosa. Solo en vos. No entiendo por qué sucede esto, por qué te extraño. Peor aún por qué te necesito, no lo entiendo.

· Justo apareciste cuando todo me sale mal y quizás podamos festejar esta casualidad.


Sé que vas a tener la misma cara de siempre. No moverás un músculo que te delate. Y vendrá primero la extrañeza, luego la rabia por desconfiar de tí, la indiferencia que manejas tan bien, callado y distante. Luego la sonrisa, la cercanía. Y tengo miedo de volver a perdonarte. De volver a creer. De volver a caer. Y lloro. Lloro porque me duele. Lloro porque te da lo mismo. Porque después vas a abrazarme, a buscarme los ojos, a sacarme una sonrisa, mientras prometes otra vez la misma cosa. Y te pido agua. Y voy al baño a sonarme la nariz, y arreglarme el rimel corrido, y al lado del espejo veo su ropa, sé que ella está ahí. Ella sabe que soy yo, la que se baja del bus, la que camina segura hasta tu casa, a tocar el timbre, y que te ve, cuando apareces en la puerta, con los brazos abiertos y la sonrisa de siempre, dándome la bienvenida.

Pasó el tiempo y así los años se hicieron viejos, dejando atrás el comienzo de algo que nunca perseguimos. Se rompieron mis sueños y solo quedo yo en esta carcaza vacía que solía ser un medio. Vos también quedaste allí. Y ya no puedo traerte. Aunque quizás así sea mejor, y sea esta la única forma de que existas. Pasó el tiempo y así los años me han hecho viejo. Y aún te busco, de forma incansable y estúpida. Creyendo que a tu lado encontraré sueños, ilusiones y todas esas viejas inocencias que en el fondo nunca perdí.

Debe ser una locura buscarte en cada calle aunque lo vaya haciendo menos cada día, pero así es, sigo buscándote y esperando cualquier señal tuya pero ya sé que no llegarán y me resigno, y trato de comenzar a acostumbrarme y me reconforto con quererte tanto, con sentirme capaz, con sentirme llena de este amor tan tuyo, tan mío.

A partir de hoy me perdono no ser feliz, no saber amar, no haber sabido amarme, culpabilizarme. Perdono mi vergüenza, mi auto castigo, mis equivocaciones, mis imperfecciones, mi ignorancia, mi inconciencia, mi separatividad, mi temor. A partir de hoy comienzo a vivir, a ser feliz, a tomar las riendas de mi vida. Comienzo a decidir cuales son mis verdades, a dejar de ser una víctima. A partir de hoy empiezo a reírme de mí, veo soluciones antes que problemas. A partir de hoy, la magia empieza a manifestarse en mi vida.

Una mujer le teme al amor correspondido porque no sabe qué hacer con él. Una mujer le teme al miedo, a enfrentarse con sus fantasmas. Hay mujeres que le temen al éxito, al fracaso, a la soledad, a la vejez, a la maternidad, a la vida. Hay mujeres que temen soñar y no despertar a la ficción que las habita, y casi nunca enfrentan. En ocasiones me reconozco en todas ellas, y me da miedo verme reflejada, darme cuenta que no soy tan distinta, saber que como ellas soy mujer, y que en este cuerpo habita un ser temeroso de echar carnes, de echar años encima, de no lograr metas, de saberme frustrada. Yo les temo a ellas y ellas me temen a mí.

Miedo, en definitiva, a ilusionarme de nuevo para comprobar, una vez más, que tus expectativas no se han cubierto. Miedo sin embargo a no volver a ilusionarme, a pasar por la vida sin encontrar algo o alguien que te emocione de nuevo, a que no te envuelva la magia, a que te falte esa mirada que sin palabras te hace sentir especial, a pasar por la vida sin pena ni gloria, embarcada en un continuo de días y de noches llenos de monotonía y hastío, a sentir que nada interesante ocurre, que no hay nada nuevo que merezca la pena ser contado a ese amigo al que hace siglos que no ves. Miedo también a un teléfono que no suena, a un día de Reyes sin regalos, a un año nuevo sin mensajes en el móvil. Miedo a sentirme sola, incomprendida.

Estaba pensando en lo rápido que pasa el tiempo, las heridas sanan, el dolor se va, los momentos felices acaban, así el peor o el mejor día no dura más de 24 horas.

Quiero verte, oírte, sentirte y darte un beso en la mejilla para que me pidas que te de uno en los labios. Quiero que me mires desafiante y me insultes con tus ojos de agua, para que puedas ver en los míos la súplica de la tierra yerma y seca que necesita ser regada. Quiero que vengas y me lleves de la mano y sentir que nunca más me va a pasar nada.

Me gusta el olor a lluvia, porque es como si estuvieras acá, aunque en realidad no estás. Me gusta, porque me hace acordar a vos. Tiene tu perfume, o al menos el perfume que me imagino que tenés, desde que no estás conmigo. Y entonces cuando llueve, me gusta salir a la calle y empaparme de vos. El olor a lluvia me recuerda cuando te fuiste, y eso me hace sentir un poco mejor porque, sin quererlo, me recuerda que algún día viniste con la lluvia para quedarte. El olor a lluvia me gusta, y tal vez porque hace que sienta que te tengo al lado, o por lo menos bastante mas cerca. El olor a lluvia me recuerda a vos. Entonces, cuando llueve y estoy sola, pienso en donde estarás, que estarás haciendo. Y me imagino, que el olor a lluvia te va a hacer pensar en mí. Porque yo también tenía olor a lluvia en tus recuerdos. Y entonces me gusta cuando llueve. Porque creo que es el momento, en que vos y yo nos encontramos.

Si alguna vez me suicido será en domingo. Es el día más desalentador, el más insulso. Quisiera quedarme en la cama hasta tarde, por lo menos hasta las nueve o las diez, pero a las seis y media me despierto solo y ya no puedo pegar los ojos. A veces pienso qué haré cuando toda mi vida sea domingo.

Mejor, o peor, cada cual seguirá su camino. Cuanto te quise, quizás, seguirás sin saberlo. Lo que dolería por siempre, ya se desvanece. La vida es más compleja de lo que parece.

Tuve miedo de terminar lo que terminé, porque pensaba: Cuando te des cuenta de lo que en realidad estás haciendo, y vuelvas, yo ya no voy a volver. Y me daba bronca que tus tiempos fueran tan distintos a los míos. Y me daba bronca que yo no necesitara tanto tiempo, para darme cuenta de lo que me pasaba. Pero ya no pienso así. Ya terminé. Ya no quiero que vuelvas. Me siento libre. Enamorarme de vos no era compatible con amarme a mí misma. Me amo de nuevo. Me quedo con las cosas lindas. Te saqué tanto ... y me lo quedo todo. Es mío. Y a vos, no te queda nada. Porque vos, nunca fuiste capaz de ver lo que tuviste. Y un día lo vas a ver. Y no voy a estar. Ya no te quiero. Pero cuánto te quise.

Sucede que si vuelvo a abrir mi placard y encontrar restos de vos, el mundo se detiene y mi pulso también. Que si vuelvo a abrir un cajón, un cuaderno o un agujero en mi piel, no quiero encontrarte ahí. No quiero tener que cubrirme los ojos cada vez que abra una puerta, solo porque vos amenaces con estar detrás. Que si llego a encontrar tu nombre escrito en el espejo del baño una vez más, voy arrancar de mi teléfono el número nueve. Entonces vuelvo a encontrarte, como por casualidad, agazapado entre mi mesa de luz y las patas de mi cama, creyendo que no te puedo ver. Porque si vuelvo a escucharme nombrarte cuando digo dormir, voy a arrancarme las cuerdas vocales y atar con ellas todo lo que dejaste desparramado por acá. Necesito dejar de oler a vos.

¿Qué te queda después de la insulsa alegría de tomarle la mano a alguien después de salir del cine? Nada. No hay amanecer que valga la pena si pierdes ese roce. Así que es mejor no tenerlo nunca, uno no huye del amor por idiota, sino por exceso de neuronas en funcionamiento. El amor, no debería pensarse, vamos ... Debería sentirse. Esperar a que tus ojos encuentren esos otros ojos, que el celular te saque de ese limbo en que te sumerjes en ausencia de ... tomar la mano del otro y sentir perfectamente como tus dedos se entrelazan con los de él y sonreír bobaliconamente mientras él habla de quien sabe que demonios y tú te encuentras demasiado feliz como para concentrarte en lo que te dice. Sentir el roce de su mano en tu brazo mientras ven una película y ser incapaz de determinar que fue lo que pasó en la pantalla. Sí, enamorarse y querer es terrible.

Las cosas que estuvieron, las cosas que se fueron, las que están por llegar y las que son perennes. Lo que vino de fábrica y lo aprendido, lo inventado, lo caduco, las mentiras y las verdades, lo desconocido y lo ignorado. Lo presente, lo ausente. Lo de siempre, lo de ahora. Mis querencias, mi ego y mi amor. Fácil o complicado, depende del día.

"Se acabó, se había acabado (y a decir verdad, aquí empieza la verdadera historia). Voy a hacer mis esfuerzos más calificados para describir lo que sentía en ese momento. Una parte de mi, la más caprichosa, pensaba que haberlo dejado estaba bien porque merecía más atención de parte de un hombre. En cambio, mi parte más racional, sabía que lo había dejado por miedo a que él me dejara a mi en primer lugar. Si, creía que necesitaba algo más de un hombre, pero todo lo que podía pensar se sintetizaba en una frase "Necesito morirme". Claro, eran sólo fantasías. Era mi "Primera desilusión amorosa", como decía la gente en general. En lo profundo tenía convicción de que no era simplemente una nena que dejaba su novio e iba a superarlo en cinco o seis días, semanas o años. Sabía que él había marcado mi vida para siempre."

Me niego a extrañarte, a quererte, a desearte. No quiero tenerte, ni usarte, ni dejarte. Detesto la espera, la esperanza, el sentimiento. Aborrezco tus mentiras, la incertidumbre, la distancia. No necesito tu lástima, tu compasión, ni tu ayuda. Odio tu egoísmo, tu soberbia, tu ironía. No te daría mi vida, ni mi tiempo, ni mi alma. Me enferman tus silencios, tus pretextos, tus excusas. Me canse de seguirte, de esperarte, de entregarme. Mataria tu crueldad, tu injusticia, mis miedos. No aguanto tu inmadurez, tu envidia, tus celos. Perdi mi paciencia, mis sueños, tu recuerdo. Te aprovechaste de mi, de mi libertad, y de mi ingenuidad. Desprecio tu insolencia, tus atrevimientos, tus promesas inútiles. Me molestan tus olvidos, tus descuidos, tus manías. No tolero tus enojos, tu inconciencia, tu torpeza. Pero muero por tus besos, tus abrazos, tu presencia. Soy débil.

Ya no te busco. Se rompió el interrogante y como respuesta apareció el punto final. Los espacios en blanco y las letras que tu silencio me obligó a descifrar. Las oraciones que no lanzaste, las frases que no hicieron ruido. Ya no te busco. Fundido tu misterio en tus pupilas, se escapa de mis pobres manos. Tu ausencia se come mi energía, tu infinita, invasora, inconcebible ausencia, saluda desde algún lugar, me despide sin verme partir.

Me cansé de idealizarte y convertirte en el héroe de mis pesadillas, me cansé de esperar horas por un segundo en tu mirada, me cansé de mirar en tu ventana con la ilusión puesta en tus ojos, me cansé de inventar historias con final feliz que recaen sobre mis derrotas, me cansé de buscar la palabra perfecta para complacerte, me cansé de tus ojos oscuros que ya no me dicen nada, me cansé de que duermas con otras mientras duermo a solas soñando contigo, me cansé de tus labios porque ya no me los creo, me cansé de sonreír por ti, de llorar por ti, de respirar por ti, me cansé de hacer de esta historia una tragedia. Que te vaya bonito, sonreiré mientras tus ojos me busquen en la noche y tus inocentes labios me susurren al oído palabras sin razón, sin saber que nunca seré tuya, que nunca recorrerás mi cuerpo en busca de un deseo prohibido, que nunca viajarás de mi mano hacia el horizonte, que nunca inventaremos palabras para una historia de amor, que nunca más jugaremos al deseo ni a la seducción, que nunca mis labios sinceros te susurrarán TE QUIERO, que nunca dibujaré un amanecer en la oscuridad de tu noche, que nunca pasearé por el mundo de tu mano, que nunca más mis ojos te sonreirán con ilusión, que no serán mis brazos los que te protegerán del frío. Hay que ver lo que te has perdido.

Me cansé de buscarte y no es lo peor. Lo trágico es que me cansé de encontrarte. Me cansé de descubrirte atrás de tus piezas talladas, atrás de tu habilidad siniestra de dar vueltas los cajones y tirar todo lo que había dentro. Me cansé de que destruyas, a fuerza de ponerla a prueba sobre el fuego, la débil cera de la que se cubría mi amor por vos (y mi amor, también mi amor) . Me cansé de que ME pongas a prueba y de que sólo vos tengas en tu poder la birome para anotar los puntajes. Me cansé de darte lo que no merecías, me cansé de darte, me cansé de vos.

No uses a tu favor mi debilidad. Porque sabes que si me sonreís, caigo de nuevo en la incertidumbre de perder cada uno de los motivos por los que me alejé de vos. No seas desleal. No manipules todo el material que te di sobre mí, en todo este tiempo de idas y vueltas a tu isla. Quédate ahí, inmóvil, como siempre. Quédate inmóvil, pero completamente, sin usar siquiera las palabras, los gestos induciendo a la confusión. Quédate ahí, junto a tus miedos inmaduros, junto a tu grata certeza de saberte ajeno a los peligros que podría acarrearte el enamoramiento.

Sé que es inútil sentirlo, que tarde o temprano se disolverá en el vacío, pero te extraño. Aún cuando entiendo que no debería, aún cuando pienso que no me conduce a nada. A pesar de todo, te extraño. Y no es a mí con vos lo que extraño, ni a vos junto a mí, no. Te extraño a vos completamente.

No soy lo que tu piensas, no soy tu cenicienta, no soy la última pieza de tu puzzle sin armar. No soy quien ideaste, quizá te equivocaste, quizá no es el momento de apuntar lo que hice mal. Dicen que soy una chica normal, con pequeñas manías que hacen desesperar. Que no sé bien, donde está el bien y el mal, donde está mi lugar. Y esta soy yo, asustada y decidida, una especie en extinción, tan real como la vida. Y esta soy yo, ahora llega mi momento, no pienso renunciar. No quiero perder el tiempo.

Me cansé de esperar las migajas de amor que me quieras dar, me cansé de comprender lo incomprensible. Me cansé de tanta indecisión, de tus - sí pero no - . Me cansé de tus idas y venidas, me cansé de necesitar de tí lo que ya no me ofreces. Me cansé de ser un juguete que coges cuando quieres jugar, me cansé de dar sin recibir. Me cansé de ti.

Tal vez, no fui la mujer que algún día soñaste. Tal vez, hice en tí, heridas que no merecías. Tal vez, no fue suficiente. Tal vez cuando yo te quería, no sentías nada. Pero siempre traté de darte lo mejor de mí, aunque eso no te haya alcanzado.

Hoy puedo ver las cosas de otra manera, y no me arrepiento de nada, de ese amor tan equivocado, porque aunque me hizo sufrir, me ayudo a crecer y gracias a esa herida maduré, pero ya todo pasó, la herida cerró, y mi corazón ya te olvidó. Adiós para siempre, lo nuestro se acabó, son cosas de la vida, mi corazón se quedó con una profunda herida. Te digo adiós para siempre, nunca pensé que llegara este momento, mejor es separarnos los dos. Sin embargo, no sabes cuánto en mi alma lo siento.

Me cansé de esperar, me cansé de esperar a que un día cualquiera decidieras dar señales de vida. Tú y tu mundo, y los demás no estamos en ese mundo parece ser, porque ... ¡Vamos! Más claro imposible. Así que hasta aquí, se acabó lo que nunca debiera de haber comenzado. Sal de mi cabeza, necesito que salgas de mi cabeza, que desaparezcas en el ostracismo de mis recuerdos pasados. Y como pasados que son, ya no están, pero vos estás y no quiero que estés, ya no.

SONRÍO. Aunque la vida me golpee, aunque no todos los amaneceres sean hermosos, aunque se me cierren las puertas.
SUEÑO. Porque soñar no cuesta nada y alivia mi pensamiento, porque quizás mi sueño pueda cumplirse, porque soñar me hace feliz.
LLORO. Porque llorar purifica mi alma y alivia mi corazón, porque mi angustia decrece, aunque sólo sea un poco, porque cada lágrima es un propósito de mejorar mi existencia.
AMO. Porque amar es vivir, porque si amo, quizás reciba amor, porque prefiero amar y sufrir, que sufrir por no haber amado nunca.
COMPARTO. Porque al compartir crezco, porque mis penas, compartidas, disminuyen, y mis alegrías se duplican.

Ojalá pudiera cerrar los ojos y olvidarte, pudiera arrancarte del corazón sin que éste sangrase. Ojalá pudiera mirarte a los ojos y no sentir nada. Ojalá no me pusiera nerviosa al verte. Ojalá mirarte no me hiciera daño. Ojalá que vengas o no, me fuera indiferente. Ojalá no sonrieras al verme. Ojalá no te quedaras cuando los demás huyen. Ojalá tú no fueses tú. Ojalá pudiera pasar por tu lado sin verte.

Me sentí completamente feliz. Todo desvaneció, menos mi amor y mis ganas de verte. Como una nena ilusionada, seguí y no me importó nada. Me interesó poco todo lo que podía pasar, pero no tuve tiempo de pensarte. Una brisa de verano, paso por mi mente y fue lo suficiente para no olvidarlo. Lo quiero tanto, y me duele no poder decírselo. Me agobia el beso que jamás debiste darme.

De infinitos besos llenaría tus labios, y de inmensas caricias tu cuerpo hasta cerrar las llagas y sanar las heridas que no logró cicatrizar el tiempo. Si pudiera, borraría los días amargos de tu vida, cambiaría tus enojos por sonrisas, tus tempestades por calma. Todo esto haría, si pudiera ...

No entiendo como el amor entra rápido y sale tan despacio. No sé por qué aún pienso en tí, si tan solo tu nombre me hace daño, tu presencia me duele y me alivia, tu mirada me produce odio y a la vez cariño. Ojalá tú no fueses así y ojalá yo, no sintiera esto que siento

Y tengo miedo, miedo de ilusionarme por tí, de que mi imaginación no pare de volar, de que me robes todas las horas de sueño, de que te conviertas en el mayor de mis deseos, de que no pueda parar de pensar en tí. Miedo de que algún día esos sueños, deseos e ilusiones se desvanezcan de repente sin dejar rastro.

¿Cómo olvidar a la persona que más quisiste? ¿Cómo sacar de tu corazón a alguien que fue tan importante? ¿Cómo esconder lo que sentiste si se te nota en la mirada? ¿Cómo ocultar que alguna vez te moriste por estar con alguien si lo demostraste en cada uno de tus actos? ¿Cómo hacer para dejar de pensar en vos? No lo sé. Sólo sé que me duele. Me duele lo que sentí, lo que viví, de saber que hice todo lo posible por estar con vos. Me duele que no te haya importado nada, ni mi sufrimiento, ni mis lágrimas, ni mis sentimientos. ¿Cómo esconder, cómo ocultar que todavía estoy llorando por todo lo que sentí por vos? Lo bueno y lo malo, que te quise, pero que también te odié. Y lo que más me duele es que para vos sólo significo una más de la lista, sólo otra más del montón. Sólo eso. Jamás signifiqué nada para vos, ni tampoco sentiste nada por mí. Solo soy nada.

Solo el saber que existes ya hace que te odie. Te odio por como me miras, por como me hablas, por como te preocupas. Te odio por tus ojos, por tu voz, por tu sonrisa, me duele escuchar como te ríes, me duele ver que te acuerdas de mí, que te importo. Te odio porque te has metido en mi mundo y ahora no te puedo sacar, porque antes podía vivir sin ti, porque no necesitaba verte, porque me daba igual donde estuvieras. Te odio porque me haces sentir bien y no puedo decírtelo, te odio porque enciendes mi corazón y apagas mis palabras. Te odio porque desearía no haberte conocido y porque aún así quiero conocerte mejor, te odio porque por ti lloro, por ti río, por ti siento. Te odio porque sé que no te tengo, porque sé que no me quieres, porque sé que me conoces y que sabes lo que por ti siento. Por eso te odio, porque lo sabes y no haces nada. Te odio porque no puedo decirte lo que ya sabes, que te odio porque te quiero.

Nunca te des por vencida si sientes que puedes seguir luchando. Nunca le digas a una persona que ya no la quieres si no puedes dejarla ir. El amor llega a aquel que espera, aunque lo hayan decepcionado. A aquel que aún cree, aunque haya sido traicionado. A aquel que todavia necesite amar, aunque antes haya sido lastimado. Y a aquel que tiene el coraje y la fe para construir la confianza del nuevo. El principio del amor es dejar que aquellos que conocemos sean ellos mismos, y no tratarlos de voltear con nuestra propia imagen, porque entonces sólo amaremos el reflejo de nosotros mismos en ellos. No vayas por el exterior, este te puede engañar, no vayas por las riquezas, por que aún eso se pierde. Ve por alguien que te haga sonreir, porque toma tan solo una sonrisa para hacer que un día oscuro brille. Espero que encuentres a aquella persona que te haga sonreír. Hay momentos en los que extrañas a una persona tanto que quieres sacarlos de tus sueños y abrazarlos con todas tus fuerzas. Espero que sueñes con ese alguien especial, sueña lo que quieras soñar. Ve a donde quieras ir. Se lo que quieras ser. Por que tienes esta vida y una oportunidad para hacer todo lo que quieras hacer.

Te irás como siempre lo has hecho, dejándome con las palabras en la boca, con el corazón en la mano y pensando en ti. Nos cruzaremos de vez en cuando por la calle y como dos extraños fingiremos no vernos, no conocernos. Pero se que en algún momento, por mas corto que sea, si pensarás en mi, porque aunque no halla sido una gran persona en tu vida, vos si lo fuiste en la mía, y recordarás aunque te duela, el daño que me has hecho al marcharte.

Triste cosa es no tener amigos. Pero más triste debe ser no tener enemigos. Porque quien enemigos no tiene, es señal que no tiene: Ni talento que les haga sombra, ni carácter que les abulte, ni valor que le teman, ni honor que le murmuren, ni bienes que le codicien, ni nada que le envidien.

No compartimos todo, pero muchos kilometros recorrí junto a vos en tus campos, y en tus automoviles hay una sonrisa que me llena de todo lo que no nos pudimos decir. No te despido, te quiero decir: pero sabés somos tan parecidos que ni nos entendemos, somos tan distintos que discutimos por todo.

Cuando crea que las palabras me abandonaron, cuando ya no pueda hablar, cuando la imaginación se escape y la tristeza me cubra, cuando la sombra se lleve el papel y la muerte se lleve la tinta... sólo ahí dejaré de escribir

Y este es mi reto personal, un reto que llevo oculto dentro de mí, que me llena y me permite seguir en pie, día a día... por lo que vivo, por lo que puedo decir que estoy bien... Este es mi desafío, mi problema, la gran muralla que debo cruzar... Esto es por lo que tropiezo todos los días y por lo que lloro en la noches, pensando de que ya es imposible... Y por esto estoy aquí...

Y lo prohibido ya es parte de mí. Estar entre la amistad o el amor. No poder mirarte como ayer. Y sé que no soy sólo yo. Tomar tu mano y no poder soltarla sin olvidar lo que pasó, tomar todo lo que tiene que ver contigo como un tesoro.
Y lo que más duele es saber que ambos sentimos lo mismo, pero también estamos concientes que esto puede perjudicar a muchos. Y como dos idiotas pensamos en el dolor y la felicidad de otros, pero nunca en nosotros y eso nos mata.
Ocultamos un sentimiento muy parecido al amor, algo que para nosotros está completamente prohibido y para que no nos siga matando, decimos que sólo es una confusión.

Pienso que algún día, tendremos la oportunidad, sólo un momento, para reencontrarnos y decimos todo lo que quedó en nuestro corazones… una amistad que nunca existió

Despues de ti no hay nada MAS

Despues de ti no hay nada MAS

Cuando pienso que el mundo es frio, triste y cruel, aparece alguien como vos y arruina todo GRACIAS!

Empezaron a atormentarme una serie de reflexiones que no se me habian ocurrido antes

Empezaron a atormentarme una serie de reflexiones que no se me habian ocurrido antes
no sabia que me proponia a herirlo tan despiadadamente

Esta actitud puede parecer una locura, pero se verá hasta que punto estuvo justificada...

Esta actitud puede parecer una locura, pero se verá hasta que punto estuvo justificada...
Tambien el parecia estar solo

No pasa nada, estoy mas normal que nunca y SIEMPRE escucho esta cancion

No pasa nada, estoy mas normal que nunca y  SIEMPRE escucho esta cancion
El amor es como las plantas, necesita agua, luz, y muchos cuidados

Hablas y no te escuchas, deberias aprender que esto no se basa de pretextos

Hablas y no te escuchas, deberias aprender que esto no se basa de pretextos
Es que no existe modo de perderme en tus silencios cuando callas ese te quiero

Y llegaste tu y me has inundado mi alma de tranquilidad

Y llegaste tu y me has inundado mi alma de tranquilidad
Me has llenado el corazon de vida

Si te sientes perdido con tus ojos no has de ver, hazlo con tu alma y encontraras la calma

Si te sientes perdido con tus ojos no has de ver, hazlo con tu alma y encontraras la calma
Siento del viento celos por acariciar tu cara cada mañana