sábado, 27 de febrero de 2010
Hay tantos y tantos temas sobre los que pararse a pensar en lo mucho que influyen y significan, no sólo para uno mismo, si no para todo aquello que nos rodea. No nos damos cuenta, de lo deprisa que gira nuestro entorno, de los cambios constantes que sufre el mundo, y de las derrochas que 'inconscientemente' suceden en el día a día. No es cuestión de pensarlo, ni de lamentarse por nada ni por nadie, si no es cuestión de actuar y de saber el modo en el que hacerlo. Es lógico que cada persona tiene un punto de vista diferente, pero, ¿cómo no se dan cuenta de lo ovbio?. Hay cosas que pasan, y se aceptan, pero hay otras que son inaceptables y a pesar de éso nadie hace nada para pararlo. Hay algunos que únicamente hablan de política, de temas de mejora, de soluciones a las que acudir para la solución de los problemas, pero ¿dónde están los hechos? Nunca me gustó hablar de ése tipo de temas; política, libertad y todo relacionado con eso, porque pienso que siempre queda en lo mismo; absurdas palabras exhaustas de significado. Es penoso ver (literalmente ver) cómo la gente se consume delante de tus propios ojos, cómo la gente sufre, y cómo la rabia te invade debido a la frustración que provoca el ser incapaz de hacerlo diferente. Pero lo más penoso de todo es escuchar un 'todo va a ir bien' y observar como al instante ésas palabras se desvanecen en el mismo aire.
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